Una singular delegada del Gobierno
Seguir a Cristina Cifuentes a través de la red social Twitter es toda una experiencia.
Para quien no la conozca todavía es madrileña, abogada, funcionaria del Cuerpo de Técnicos Superiores, diputada, miembro del comité de dirección del PP de Madrid pero, sobre todo, delegada del Gobierno en la capital.
Tiene una agenda muy intensa. Vertiginosa, diría incluso. Pero hay algo que destaca sobre el resto. Comunica, difunde, explica, responde, aclara, interpela, ofrece datos, muestra fotos y vídeos... No para un segundo.
Mantiene actualizado un blog personal (http://cristinacifuentes.es/), con su currículum, sus actividades, las entrevistas que le han hecho. En su cuenta de Twitter (@ccifuentes) tiene casi 24.000 seguidores (entre los que me incluyo), que son testigos cada día de su frenético deambular.
Lleva varias jornadas contándonos sus visitas a una de las zonas más deprimidas de Madrid, la Cañada Real. Ha retransmitido las intervenciones del comité de dirección del PP volcando en la red pinceladas, siempre con palabras elogiosas hacia su mentora, Esperanza Aguirre.
Durante la huelga general de este jueves no hubo tregua: describió, paso a paso, su itinerario exacto, avisó de la resolución de conflictos, atendió consultas de los ciudadanos, agradeció felicitaciones por el transcurso de la jornada, aclaró dudas.
El día anterior había difundido números de teléfono de la policía que podían ser útiles para denunciar piquetes violentos por la ciudad. La iniciativa dio origen a un suceso curioso.
Un farsante creó una dirección en twitter muy parecida a la suya y se hizo pasar por ella. Su objetivo: sembrar la confusión por la red con teléfonos falsos. Fue cuestión de horas. La activa delegada del Gobierno logró bloquear el apócrifo perfil que desapareció del mapa para siempre.
Es extraño encontrar hoy en día a un político que fomente tanto la cercanía, que apueste por instalar un techo de cristal sobre su cabeza desde el que se le pueda seguir, a través del cual se pueda fiscalizar –al menos parcialmente- su actividad. Si además fomenta la conversación, es posible lograr incluso hacerse una idea de su carácter.
No está mal.
Más en twitter: @javierfumero
