Nos van a dar pero bien o cómo se las gasta Podemos
El suceso es bastante revelador. Antena 3 difundió, la noche del miércoles, un vídeo exclusivo que mostraba al portavoz de la CUP, al dirigente de Podemos Castilla-La Mancha, y al padre del terrorista de ETA Kikitza Gil y suegro del número uno de ETA subir a un avión pagado por Venezuela.
Utilizaron la sala de vuelos privados del aeropuerto y un avión militar del gobierno de Nicolás Maduro. Y se desplazaron a un polémico congreso en el que se aprobó una resolución en apoyo al “derecho de autodeterminación de los pueblos del Estado español”.
Paralelamente, se filtró un vídeo a las redes sociales grabado en el plató de Antena 3 en el que se ve a los dos presentadores del informativo de la noche, Álvaro Zancajo y Sandra Golpe, realizando un comentario informal, pocos segundos después de presentar la noticia:
-- “Nos van a dar pero bien”.
El momento ‘robado’ fue registrado por la propia Antena 3, que usa una aplicación móvil para que los usuarios puedan ver lo que pasa detrás de las cámaras, prácticamente en tiempo real. La reacción de la presentadora se convirtió en Trending Topic, con el hagstag #nosvanadarperobien.
Es significativo, insisto, el comentario de los periodistas porque visualiza algo muy cierto. Cuando un periodista informa sobre temas polémicos de Podemos (financiación, Venezuela, incoherencias, atuendo, postureo en el Congreso, guiños independentistas…) es sometido, de forma sistemática, al acoso por parte de los trolls. Es matemático.
La confidencia de los presentadores del telediario es un desahogo, fruto de la experiencia acumulada. Lo que subyace en el fondo, insisto, es muy interesante. Abre un debate oportuno: ¿qué capacidad de diálogo real tienen los simpatizantes de Podemos? ¿Son capaces de tolerar la crítica? ¿Hasta dónde? ¿Hasta cuándo? ¿Les interesa razonar sus discrepancias? ¿O sólo amedrentar?
No olvidemos que si a un lado está la extrema derecha, entre las filas podemitas acampan muchos amigos del ladrillo, del cóctel molotov, del escrache, de la barricada y del contenedor ardiendo. Son formas de disentir violentas, con las que algunos no estamos de acuerdo. Yo no empujo; que a mí nadie me empuje. ¿Es mucho pedir?
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