Tu voto vale muchísimo
Me ha interesado un artículo publicado en Expansión este lunes que habla sobre la relevancia que va a tener cada voto (en singular) en las próximas elecciones generales.
Es curioso. Justo ahora, cuando se extiende una sensación de hartazgo casi generalizada hacia la política, en España el voto singular va a ser especialmente trascendental.
La clave está en los llamados “restos”. El último escaño de cada circunscripción decidirá los resultados. De hecho, lo que suceda en cuatro o cinco provincias decantará el Gobierno.
Los expertos explican que hay 19 provincias en las que el último escaño se encuentra en disputa, aunque los analistas sólo ven posibilidades reales de cambio en 10 de ellas: Cádiz, Sevilla, Córdoba, Málaga, Barcelona, Cantabria, Guadalajara, León, Albacete y Jaén. Si usted vota ahí, atento a estos datos:
-- Seis de esos escaños que ‘bailan’ son de Ciudadanos (Albacete, Cantabria, Córdoba, Guadalajara, León y Sevilla). Tres los consiguió el PP (Málaga, Barcelona y Cádiz). Y el PSOE defiende uno en Jaén. Los que más opciones tienen de hacerse con esos escaños son el propio PP y Unidos Podemos.
-- En Extremadura sucederá algo curioso. El PP saldrá al ataque en esta comunidad donde se quedó a sólo 7.650 papeletas de ganar las generales. Según los analistas, está a punto de conseguirlo. El escaño en disputa es uno de los seis de Badajoz, que el PP ya tiene al alcance.
A mi todo esto me sugiere una reflexión. ¿Se acuerdan cuando defendí lo beneficioso que iba a ser para España la ruptura del bipartidismo? Aquí tienen una de las ventajas más significativas: ahora, cada voto resulta más importante que nunca.
Un detalle confirma este nuevo amanecer. El voto por correo, hasta ahora tan maltratado, puede resultar definitivo. Como ha sucedido en Austria, también aquí los desplazados que se vean obligados a votar desde la distancia tendrá mucho que decir.
Su voz, amigo lector, esté donde esté, interesa ahora una barbaridad. Los candidatos van a afinar sus mensajes porque deben cuidarle. A usted, en singular, y a cada elector. Se acabó eso de ir a bulto, despreciando los pequeños nichos ideológicos que no marcaban las diferencias.
Ahora nuestros políticos serán, a la fuerza, más atentos con todas las sensibilidades. Su propio escaño está en juego y eso ya sabemos que sí les importa. Y mucho.
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