La cacería de don Juan Carlos en Botsuana se fraguó con el contrato del AVE La Meca-Medina. Alberto Alcocer ni asistió ni prestó su avión privado al rey
La cacería de elefantes en Botsuana en la que participó don Juan Carlos, y en la que sufrió la lesión de cadera, se fraguó en el viaje a Riad para cerrar el contrato de construcción del AVE que unirá las dos ciudades sagradas árabes, La Meca y Medina.
Según ha sabido El Confidencial Digital, a raíz de la firma de esa macro contrato ferroviario, adjudicado a un consorcio de empresas españolas, y teniendo en cuenta la decisiva intervención del monarca para que las gestiones tuvieran éxito, se planteó la invitación a don Juan Carlos para asistir a la cacería.
En un primer momento, iba a celebrarse en el entorno de la Semana Santa, pero fue aplazada por necesidades de la agenda de don Juan Carlos y por la coyuntura nacional e internacional.
Uno de los nombres que se ha citado en diversos medios como participante en la cacería es el de Alberto Alcocer, por otro lado viejo amigo del rey y con el que ha compartido muchas jornadas de caza. Igualmente se ha llegado a afirmar que el avión que trajo a España al monarca era su reactor privado.
ECD ha podido confirmar que Alberto Alcocer, ni estuvo en la cacería, ni tampoco su avión particular fue el que se fletó para trasladar a Madrid a don Juan Carlos. Tampoco el de Alberto Cortina.
A Alcocer se le pudo ver la semana pasada en Madrid, en su despacho del Paseo de la Castellana. Sin embargo, no va a salir a desmentir las informaciones que se han publicado.
