El bautizo de la infanta Leonor se convierte también en un refrendo de su condición de futura Reina de España

El desarrollo del bautizo de la infanta Leonor se ha convertido en su refrendo como futura reina de España, reformas constitucionales al margen. El tipo de acto desarrollado, con detalles simbólicos específicos, y sobre todo la asistencia de todas las autoridades del Estado, ha sido interpretado por los expertos como la manifestación pública de la decisión de que la hija primera de los príncipes de Asturias se convierta, en el futuro, en la sucesora de su padre cuando llegue al trono. La utilización de la pila de Santo Domingo de Guzmán, el bautizo por el cardenal de Madrid y con asistencia del Nuncio de la Santa Sede, el hecho de que hayan sido los reyes los padrinos (doña Sofía no ha aparecido nunca hasta ahora como madrina), son los elementos singulares aportados por la Casa Real para visualizar esa voluntad de que la infanta Leonor se convierta en heredera en cualquier caso, venga o no después un hijo varón de los príncipes. Y la asistencia del presidente del Gobierno, de los titulares de las dos Cámaras, y de los presidentes del Tribunal Constitucional y del Consejo del Poder Judicial, es decir, de los representantes de los tres poderes del Estado (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), remachan que esa idea es también la que tiene el Estado. La reforma constitucional para equiparar a la mujer con el varón en la sucesión de la Corona es prácticamente imposible que pueda aprobarse en este Legislatura, porque no existe consenso entre los dos principales partidos para el resto de las modificaciones de la Carta Magna, y no se desea una consulta únicamente sobre un aspecto que afecta a la Monarquía. Como pronto, habrá que esperar a la siguiente Legislatura (y a su conclusión, por la obligatoriedad de disolver Cortes), es decir, en el horizonte de seis años. De aquí a entonces, es más que probable que los príncipes de Asturias hayan tenido más descendencia, puesto que el propio príncipe Felipe comentó a los periodistas que “habrá más hijos”. Si viniera un varón, especialistas en Derecho consultados por La Zarzuela señalan que una reforma constitucional posterior no supondría postergación de sus derechos puesto que no los habría “adquirido”. En realidad, ni la infanta Leonor ni ese posible varón son todavía “herederos”: sólo lo podrán ser cuando su padre se convierta en Rey. La ausencia del líder de la oposición en el bautizo, al que no fue invitado por la Casa del Rey con el argumento de que, si se hacía, tendrían que asistir también los otros líderes políticos, podría interpretarse como un símbolo de la falta de consenso entre PSOE y PP que impide la reforma constitucional.