La “mediación” del Rey don Juan Carlos entre Argentina y Uruguay sobre las papeleras ha pasado ya a manos de los diplomáticos

La intervención del monarca, en relación con la construcción de las dos plantas de celulosas que enfrenta a Buenos Aires y Montevideo, fue demandada personalmente por el presidente argentino Ernesto Kirchner, en el curso de la reciente Cumbre Iberoamericana.   Fuentes diplomáticas confirman a El Confidencial Digital que este tipo de gestiones es lo que, en el pasado, se denominaban “buenos oficios”, y reconocen que la expresión “facilitador”, manejada en un primer momento y que no complacía demasiado en La Zarzuela, no resulta especialmente afortunada por sus connotaciones. Otras expresiones usadas en el pasado son “mediador” (habla de parte de uno de los afectados) y “arbitraje” (es la instancia que decide finalmente).   Tras la iniciativa de Kirchner, don Juan Carlos se dirigió al presidente uruguayo, Tabaré Vásquez: “¿Por qué no os sentáis a hablar, antes de que el asunto se envenene y llegue a convertirse en un conflicto entre los dos países?”. Una vez realizada esa tarea de “buenos oficios”, las citadas fuentes diplomáticas cuentan a ECD que se ha dado paso a una intervención diplomática. A partir de aquí, el asunto sale ya de la esfera del monarca, y pasa a la del Gobierno. Se ocupará de ello Juan Antonio Yánez, embajador de España ante Naciones Unidas, por lo que todo indica que las gestiones siguientes tendrán como escenario la sede la ONU en Nueva York, y a cargo de las representaciones diplomáticas de los respectivos países.