Telma Ortiz, atrapada en su propia estrategia: el juicio de Toledo se convierte en un espectáculo mediático, que además puede suponerle pagar las costas

Las cosas ocurrieron ayer así, según los datos recogidos por El Confidencial Digital:

--El inicio de la vista arrancó ya con problemas. Abogados procedentes de Madrid y Barcelona, que no habían avisado de que iban a comparecer, se encontraron con el problema de que no había togas para ellos.

--La necesidad de buscar indumentaria jurídica para esos letrados retrasó el inicio de la sesión más de cuarenta minutos.

--La jueza, por motivos de orden, decidió que la entrada en la sala se produjera siguiendo la relación de medios citados en la demanda. Esto provocó un retraso suplementario. La impaciencia empezó a traslucirse en el rostro de los asistentes.

--Apenas abierta la sesión la jueza expresó a los letrados su agradecimiento por el esfuerzo empleado para trasladarse a Toledo y les presentó sus disculpas por lo inadecuado de la sede en la que se celebraba la vista.

--De acuerdo con expertos consultados con ECD, el abogado defensor de Telma Ortiz cometió un error de bulto: no planteó a la jueza la necesidad de que fuera una vista cerrada, como estaba en su derecho de haber solicitado.

--Como consecuencia, se permitió la libre presencia de cámaras de televisión y fotógrafos que, a lo largo de toda la jornada, tomaron imágenes de lo que pasaba. Los flashes y el ruido de las cámaras se repitió durante toda la mañana.

--Precisamente por la continua atención de los redactores gráficos, Telma Ortiz y su pareja, en muchos momentos abrazados, aguantaron como pudieron la atención intensa de los informadores.

--Letrados que tomaron parte en la vista destacaron el estilo correcto y afable de la titular del juzgado, que en algunas ocasiones agradeció el comportamiento de los letrados. Se notó que escuchaba con mucha atención los argumentos de los defensores de los medios. No obstante, cuando en alguna ocasión tuvo que imponer su criterio lo hizo con fortaleza y claridad. Manejó muy bien el desarrollo de la vista.

--En un momento determinado, Telma Ortiz planteó a la magistrada la petición de abandonar la sala. Argumentó que debía atender los deberes de lactancia con su criatura. La magistrada preguntó a los abogados si tenían intención de interrogarle. Ante la respuesta negativa de todos ellos, que no habían pensado tomarle testimonio, la jueza aceptó la petición y Telma Ortiz se marchó.

--Entre los letrados que representaban a los medios de comunicación se expresó un sentimiento de indignación por la actuación de la Asociación de la Prensa de Madrid, que emitió una nota en la que se daba a entender que los medios habían actuado en contra de las normas deontológicas. Se planteó incluso la posibilidad de una protesta formal contra la APM por esta generalización, aunque finalmente se desechó.

--Punto decisivo en la vista planteada por Telma Ortiz ha sido el tema de las costas judiciales. Los letrados han insistido en la necesidad de reclamar a la hermana de la Princesa de Asturias que corra con los costos del proceso, si la demanda es desechada. Los abogados plantearán a la jueza que se les condene a abonar las costas.

--La mayoría de los letrados han coincidido en que la demanda presentada por el despacho legal de Telma Ortiz es “floja”. Por ejemplo, porque ha demandado a medios a los que no correspondía reclamación alguna. Es el caso de la revista “Diva”, una publicación de la Pasarela Gaudí, sin periodicidad fija.

--Otro error: los abogados de Telma Ortiz no presentaron la caución, es decir, la provisión de fondos que el demandante debe aportar en previsión de que existan perjuicios derivados de las medidas cautelares contra los demandados.

--Un error más: fueron citados a comparecer ante el juez dos medios contra lo que no se ha presentado ninguna prueba documental (es el caso de elconfidencialdigital.com).

Entre otros personajes que se desplazaron a Toledo se encontraba el periodista Jaime Peñafiel, que fue visto charlando con abogados. También estuvo presente el jefe de la Policía local de Toledo.