Alberto Garzón llega a La Zarzuela conduciendo él mismo un coche de alquiler
Ha prescindido de chófer para acudir a la segunda ronda de consultas con el rey Felipe VI
Alberto Garzón se ha reunido este jueves con el rey en el marco de la segunda ronda de consultas de Felipe VI con los principales partidos políticos. El líder de Izquierda Unida-Unidad Popular ha llegado al Palacio de La Zarzuela con un coche de alquiler que él mismo conducía.
La segunda reunión entre Alberto Garzón y el rey ha comenzado a las 12.00 horas de este jueves. Durante el encuentro, el líder de IU ha comunicado al monarca –a quien se ha referido como “el ciudadano Felipe de Borbón”- sus intenciones para formar Gobierno.
En ese sentido, Garzón le ha transmitido que "hay posibilidades" de lograr un Ejecutivo "de izquierdas para impulsar políticas distintas a las que ha desarrollado el Partido Popular".
En esta segunda ronda de consultas, el líder de IU asegura que ha encontrado a Felipe VI tal y como le vio en la reunión de la semana pasada: "Realmente interesado en la propuesta concreta que nosotros proponemos”, ha explicado.
Además, Garzón ha destacado que el monarca se ha mantenido "en el mismo nivel de tono y de actitud” que en las conversaciones anteriores.
La reunión de este jueves entre el líder de IU y el rey ha sido de 50 minutos, una duración que, según Garzón, es “prácticamente idéntica a la de la conversación anterior”.
La primera audiencia entre el diputado y Felipe VI tuvo lugar el pasado miércoles 20 de enero, el mismo día que los representantes de En Marea y Democracia y Libertad acudieron a Zarzuela para reunirse con el jefe del Estado.
La anécdota de la cita de este jueves la ha protagonizado el propio Garzón cuando ha llegado a La Zarzuela conduciendo él mismo un coche de alquiler.
Según ha podido saber El Confidencial Digital, se trata de un vehículo que el líder de IU está utilizando estos días para desplazarse por Madrid y que, por lo tanto, "no ha alquilado para la ocasión", explican fuentes próximas a Garzón.
El hecho resulta anecdótico, ya que no es habitual que los líderes políticos sean quienes conduzcan los vehículos para desplazarse a los distintos actos.
