Detalles de la noche electoral en la sede de Génova

Amarga victoria del PP. La dirección concluye que no ha conseguido movilizar a los cuatro millones de indecisos

La cúpula del partido esperaba sacar hasta 6 escaños al PSOE. Los pronósticos que manejaba Rajoy no se cumplieron

La sede del PP en la calle Génova vivió ayer una noche electoral atípica. Había poca expectación en comparación con otras citas. Así se celebró en la cúpula del partido y en los pasillos el 25-M.

El PP vivió ayer la victoria más amarga de las últimas elecciones. Los pronósticos que manejaba Mariano Rajoy y la cúpula del partido apuntaban a una victoria mucho mayor de la que finalmente fue. En el partido creen que Vox les ha hecho mucho daño y que no han hecho una buena campaña.

Las encuestas que le habían suministrado ayer mismo al presidente del Gobierno indicaban que el PP volvería a ganar las elecciones con un amplio margen. Concretamente, nada más llegar a Génova (Rajoy apareció por la sede a las 22:42), le suministraron los siguientes datos:

-- Victoria por 5 ó 6 puntos de diferencia con respecto al PSOE, lo que traducido en escaños equivaldría a 4 ó 5 (calculaban que obtendrían entre 18 y 19 eurodiputados). Pero la realidad fue otra diferente.

Un alto cargo del partido explicó a El Confidencial Digital que buena parte de culpa del resultado electoral del PP la tuvo la campaña electoral. Tal y como contó ECD, había cuatro millones de indecisos al comienzo de la misma. Y en Génova concluyen que no han podido movilizarlos.

Además, el partido de Vidal-Quadras, según un primer análisis de la dirección del PP, ha arrebatado más de 200.000 votos a la formación liderada por Mariano Rajoy.

Este, el peligro de Vox para el PP, era una amenaza de la que ya le advirtieron al presidente del Gobierno su equipo de asesores. Finalmente, el nuevo partido no ha logrado escaño pero sí ha impedido una victoria más abultada de los populares.

Otros detalles de la noche electoral en Génova

Carlos Floriano fue ayer el centro de atención en la dirección del partido. El coordinador de campaña y la secretaria general, María Dolores de Cospedal, llevaron las riendas de la noche electoral. El presidente del Gobierno prefirió cenar en La Moncloa con su familia y luego aparecer por Génova.

Desde primera hora de la tarde, la dirección del PP estuvo reunida en Génova preparando mensajes, argumentarios y valorando diferentes opciones. Se vivió un intenso trasiego entre la séptima planta de Génova, donde se ubica el despacho del presidente y la secretaria general, y la sexta, donde se sitúa el de Floriano. En todo momento también estuvieron con ellos Esteban González Pons y Javier Arenas.

El número uno de la lista, Miguel Arias Cañete, apareció por la planta noble del PP a las 21:17. Llegó en un todoterreno y accedió al edificio por el garaje. El ministro Wert también pasó la noche en Génova, junto a Pilar del Castillo y Luis de Grandes. La ministra Pastor llegó minutos antes de las 22 horas.

 

Otras anécdotas que se vivieron en Génova fueron las siguientes:

-- En la cúpula del PP se recibió con satisfacción la irrupción de Podemos. La dirección comentó que el partido de Pablo Iglesias ha hecho mucho daño al PSOE y le ha arrebatado un buen número de votos.

-- El PP no encargó israelitas. Toda la información que llegaba a Génova provenía de sus direcciones regionales y del centro de datos, donde Soraya Sáenz de Santamaría y Jorge Fernández estuvieron coordinando el operativo.

-- El primer dato oficial que llegó a la séptima planta fue el de la participación, que fue sensiblemente inferior a la que 2009. Los pronósticos que manejaba el PP apuntaban a un posible desplome de la participación, de en torno al 30%. Esta expectativa no se cumplió por lo que en la cúpula del partido circularon mensajes de alarma: "Ojo, que el primer pronóstico no ha acertado", fue el mensaje que se transmitió. Los siguientes tampoco fueron precisos.

-- Hubo 200 profesionales acreditados, para los que se dispuso de una sala especial.


-- El catering fue servido por Viena Capellanes. Sólo hubo sándwiches y tortilla de patata, con refrescos. Un servicio muy inferior a la anterior cita electoral, las generales, cuando Rajoy llegó al Gobierno.

-- A modo de anécdota, el servicio de Whatsapp estuvo inactivo durante unos minutos, lo que provocó revuelo entre los periodistas. Algún periodista de un medio crítico con el PP aludió en ese momento que en la cúpula del partido se mandan más SMS que whastapp.

-- A las 23:45, el PP dio orden de desmontar el balcón que estaba preparado para la celebración de la victoria ya que en la calle no había ningún simpatizante del partido.

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