Beneficios de los informes comerciales y financieros de empresa

Un informe comercial es un documento que desde un punto de vista financiero, y utilizando datos objetivos, representa las singularidades y circunstancias de una empresa. Es decir, su nivel económico, solvencia, nivel de competencia, volumen de facturación, número de empleados o capacidad financiera. Existen webs a modo de directorio como Empresite, en donde toda esta información está disponible, si la empresa buscada está al día con sus pagos, o incluso si tiene reclamaciones administrativas pendientes.

Los informes comerciales no son más que un instrumento informativo, muy útil para las empresas que los solicitan por diversas causas. Por ejemplo, el simple hecho de conocer el riesgo de establecer relaciones financieras o comerciales futuras con otras empresas, y así poder tomar decisiones beneficiosas para nuestro negocio. O también, el hecho de conocer a nuestros competidores y así poder adaptarnos a las exigencias del mercado.

Por si queda alguna duda, a continuación expondremos los principales beneficios de solicitar estos informes y cómo pueden ayudar a nuestra empresa en su relación con clientes, proveedores o competidores:

  • Su valor estratégico de cara a conocer al futuro cliente, ver así su evolución financiera y evitar impagos, o malos tragos en su relación con nuestro negocio.
  • Asegurar una cartera de clientes y eludir problemáticas futuras en su fidelización. También, potenciar las relaciones actuales y futuras.
  • Sondear a nuestros competidores y adecuarnos al mercado. Así como adaptar nuestra política de precios a la oferta-demanda existente, y al riesgo comercial de la situación derivada del análisis previo.
  • Elegir a los proveedores más deseables y competitivos en nuestro campo de acción, en base a los parámetros que consideremos, desde su reputación online, hasta su solvencia.

Pero, ¿de qué consta un buen informe comercial?

  • Perfil de empresa: Esto no es más que la información que existe en el Registro Mercantil sobre ella. Consta de los datos identificativos de la sociedad, la estructura legal, el objeto social de la empresa, forma jurídica, actividad y la estructura corporativa de cargos y dirigentes, es decir, qué persona o personas toman las decisiones financieras en la misma, así como accionistas, participaciones o administradores.
  • Información financiera: Consiste en toda la información económica y financiera presentada por la empresa en el Registro Mercantil. Es decir, pérdidas y ganancias, balance de situación, cambios del patrimonio neto o en el estado de flujos de efectivo.
  • Información de riesgo crediticio: Es la que nos habla de la solvencia de la empresa, mediante un sistema de calificación objetiva del llamado riesgo comercial. Consta también de una opinión de profesionales sobre el límite de crédito que debería tener esa compañía en nuestra relación financiera.
  • Información judicial y de morosidad: Si existieran reclamaciones judiciales o administrativas publicadas en los boletines oficiales. Así como un análisis de impagos que pudieran existir.
  • Información Comercial: Esta nos muestra la actividad principal comercial y las secundarias de la empresa, así como sus derivados como subvenciones o licitaciones adjudicadas. Asimismo, ofrece informaciones dispares como su financiación o incluso el número de empleados.

Como conclusión, si vamos a aventurarnos a establecer nuevas relaciones comerciales o financieras, contar anticipadamente con información fiable y contrastada por profesionales cualificados como Empresite, será nuestro mejor aliado.

 

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