José Apezarena

Cierto: ni Rajoy ni Pedro Sánchez

Según un dicho castizo, predicar en el desierto, sermón perdido.

Lo traigo a colación a propósito del editorial que publicó ayer El País, “Ni Rajoy ni Pedro Sánchez”, cuyo titular me permito repetir aquí, aunque, como se verá, en otra dirección bien distinta.

El diario de Juan Luis Cebrián, más que nunca vocero de Felipe González, demandaba a los líderes de los dos principales partidos, Mariano Rajoy y Pedro Sánchez, que den un paso atrás, como causantes del bloqueo político que sufre el Parlamento, y, de rebote, el Gobierno y el país como tal.

La demanda del diario de Prisa es que los líderes de PP y PSOE abandonen, para permitir una solución, que ahora se antoja imposible.

Me apropio del titular de El País para sostener que ni Mariano Rajoy ni Pedro Sánchez están dispuestos a apartarse y dejar opción a otra persona. Por eso escribí al principio lo de “sermón perdido”.

Aparte de otras razones, como el pánico que le provoca convertirse en el primer presidente de la democracia que no consigue un segundo mandato, Rajoy no está dispuesto a bajarse del machito porque considera que los españoles le han votado a él, a su persona, yo que él fue el cabeza de lista del PP en las elecciones del 26-J.

Piensa, y no le falta razón, que ha existido un respaldo, y además creciente respecto a los comicios anteriores, a su gestión como presidente del Gobierno y como líder del primer partido. En fin, que no está dispuesto a irse, y así lo ha remachado otra vez ante la dirección nacional del PP antes de marcharse a China.

Por lo que respecta a Pedro Sánchez, tendrán que fusilarlo (dicho metafóricamente, claro) sus propios compañeros, si desean apartarle de la secretaría general, y de la opción de intentar convertirse, en un futuro más o menos próximo, en presidente del Gobierno.

Porque para el secretario general no habrá perdón. No existe para él salida posible distinta del aniquilamiento, como respuesta a sus tácticas, desprecios y maltratos respecto de casi todos los líderes regionales. Pero, más aún, porque tiene que pagar el despeñe electoral del PSOE, con riesgo de desaparición aún no descartado. Algo que difícilmente tendrá perdón.

 

Por eso Sánchez nunca se retirará voluntariamente. Y, si alguien pretendiera intentarlo, él está dispuesto a morir matando (metafóricamente de nuevo, por supuesto). Es decir, que en la batalla habrá víctimas. Por eso alguno/a se cuida mucho de iniciarla. Hasta ahora.

Lo dicho. Ni Rajoy ni Sánchez se van a retirar. Ninguno dará el brazo a torcer.

Entonces, ¿vamos a unas terceras elecciones? Yo, dicho con sinceridad, no me lo puedo creer. ¿La solución para evitarlo? Ni idea. Sólo se me ocurre eso de que dentro del PSOE se desate una rebelión. Pero no sé si hay redaños.

editor@elconfidencialdigital.com

En Twitter @JoseApezarena

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