La pronta felicitación de Moncloa no fue un gesto improvisado

Conquistar a Trump, objetivo del Gobierno Rajoy

Se estudia la organización de un foro bilateral EEUU-Europa. Se busca un embajador pro-republicano en Washington. Orden de acercamiento a los diplomáticos norteamericanos en Madrid

Rajoy, en la Cámara de Comercio de Estados Unidos.
Rajoy, en la Cámara de Comercio de Estados Unidos.

Rajoy fue uno de los primeros dirigentes europeos en felicitar a Donald Trump por su victoria en las elecciones de Estados Unidos. Un gesto que lo diferenció de otros líderes de la UE -como François Hollande- que, además de hacer una declaración más tardía, marcaron distancias con el republicano. El presidente apuesta por convertirse en uno de los principales socios de norteamérica.

Según explican a El Confidencial Digital altos cargos gubernamentales, el telegrama enviado por Rajoy a Trump el pasado miércoles, duramente criticado por la oposición que lo tachó de “blando”, es toda una declaración de intenciones sobre lo que pretende el nuevo Ejecutivo: “Reforzar las relaciones con Estados Unidos”.

Desde Moncloa consideran que la llegada del republicano a la Casa Blanca puede volver a situar a España como un “socio estratégico preferente” durante los próximos cuatro años. Sobre todo teniendo en cuenta la reacción hostil de otros socios históricos a la victoria de Trump. Un escenario que el Gobierno de Rajoy quiere aprovechar.

Objetivo: impulsar un foro bilateral EEUU-Europa

El primer paso que pretende dar el Ejecutivo es impulsar, desde España, un foro bilateral entre Estados Unidos y Europa en los próximos meses.

Las fuentes consultadas por ECD destacan que, mientras para Barack Obama “la prioridad fue Asia”, Donald Trump se ha mostrado ya “esquivo” con ese continente y prefiere mejorar la relación con Europa. Entre otras cosas, eso sí, “para que los Estados de la OTAN y la UE, y no solo Estados Unidos, combata sobre el terreno al Estado Islámico”.

Esa actitud hacia Europa es considerada por el Gobierno como “una oportunidad” para mejorar la actual relación bilateral. También está pendiente la negociación del TTIP (el tratado comercial entre EEUU y Europa) por el que el republicano no tiene especial interés. “Ambos continentes –explican las mismas fuentes- necesitan hablar de muchas cosas”.

En este contexto, y aprovechando la experiencia del nuevo ministro, Alfonso Dastis, como embajador ante la UE, España quiere llevar la voz cantante: “El objetivo es mejorar las relaciones y queremos ser protagonistas a la hora de impulsar ese foro de entendimiento”.

Se busca embajador pro-republicano

Según explican a El Confidencial Digital fuentes bien situadas en Exteriores, el cambio en el Gobierno de Estados Unidos va a provocar, además, que el relevo en la embajada de Ramón Gil-Casares, previsto desde hace muchos meses, se posponga hasta el año que viene.

El actual embajador lleva tiempo queriendo volver a España. Desde el Ministerio de Asuntos Exteriores se habían comprometido a acelerar su regreso, una vez que se constituyera el nuevo Consejo de Ministros. No obstante, la llegada de Trump a la Casa Blanca puede ampliar los plazos previstos.

En ese sentido, desde el Ministerio que dirige Alfonso Dastis recuerdan que, para el relevo de un diplomático, hay que informar al Gobierno del país. “No sería una buena señal”, de cara a la administración Trump, hacer ese requerimiento nada más celebrarse las elecciones.

 

Así las cosas, Gil-Casares deberá permanecer en Washington hasta, como mínimo, los primeros meses de 2017. Moncloa y Exteriores tienen ahora tiempo para buscar al mejor relevo posible para el actual embajador.

La prioridad del Gobierno es que el nuevo representante de España en la capital norteamericana tenga también un perfil político, como el propio Gil-Casares, aunque más próximo al Partido Republicano: “Ramón es muy afín al que hubiese sido vicepresidente con Clinton, Tim Kaine. Ahora, hay que buscar diplomáticos que tengan buena relación con la administración Trump”.

Acercamiento a los diplomáticos de EEUU en Madrid

El Gobierno español da por hecho que Trump cambiará al actual embajador de Estados Unidos en Madrid, James Costos, nombrado en 2014 por Barack Obama.

Según la información de la que dispone el Ejecutivo, el nuevo presidente norteamericano apuesta por situar en las embajadas a diplomáticos “menos políticos y más profesionales”. Esto supone un giro a la política que llevaba su predecesor en esta materia.

En Madrid, Estados Unidos cuenta con diplomáticos que cumplen con ese perfil a rajatabla, y es a ellos a los que, según las fuentes consultadas, hay que acercarse: “Ellos serán decisivos en el nombramiento del nuevo embajador y, si la interlocución con ellos es buena, también lo será con el sucesor de Costos”.

Buena relación con el think-tank republicano

Las fuentes consultadas por ECD reconocen que, a diferencia de otros gobiernos europeos, “nosotros tenemos la suerte de haber tejido una buena relación tanto con demócratas como con republicanos”. Una ventaja que ahora, y tras el inesperado triunfo de Trump, hay que “explotar”, tanto a nivel Gobierno como a nivel partido.

Desde el PP se destaca que, en los últimos años, la comunicación con el think-tank del Partido Republicano, el International Republican Institute (IRI) ha sido fluida. Ahora se va a intentar ampliar.

Lo mismo sucede con los senadores y congresistas de ambas formaciones que han sido reelegidos: “Llevamos años hablando con ellos y ahora tenemos que ampliar el diálogo”.

El ejemplo de Aznar y la postura de FAES

El plan de Rajoy de acercarse, cuanto antes, a Donald Trump recuerda, en cierto modo, a la estrategia llevada a cabo por José María Aznar cuando George Bush fuese elegido presidente de los Estados Unidos en 2011.

La situación fue, desde luego, bastante parecida. Bush, como ahora Trump, despertó muchos recelos entre los principales países europeos. Aznar, que ya llevaba cinco años en Moncloa, quiso distinguirse del resto tejiendo una gran alianza con el nuevo presidente estadounidense. Fue el primer dirigente europeo en invitarle y logró que España se convirtiera en socio preferente de Estados Unidos.

Quince años después, el think-tank dirigido por el ex presidente, FAES, emitió ayer un informe en el que apuesta por una alianza entre Europa y Estados Unidos tras la llegada de Trump: “En Europa debería encontrar los socios adecuados para fortalecer los valores de la comunidad atlántica”.


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