Crónica de Jhuno: la responsabilidad

Todo ser humano es responsable de sus actos y de las consecuencias de los mismos, eso es sabido por todos, lo que no se sabe bien a ciencia cierta es que en un país llamado Reino de España, eso no reza con los políticos.

Que un alcalde se empeña en hacer un puente, en contra de lo que le aconsejan los técnicos, los de medio ambiente, su departamento financiero, que le avisan que no es el sitio idóneo, puesto que las vías de acceso no llevan a la conexión con el mismo, que va a destruir parte del medio ambiente de las orillas del río, y para mas INRI que además no hay dinero para afrontar ese gasto.

Que le da lo mismo, es el Alcalde y se hace lo que el dice, se hará el puente, donde el ha dicho, y cueste lo que cueste.

Años después, el Alcalde inaugura el puente en cuestión, se hace la foto, que majo ha quedado oyes, como se pavonea delante de los periodistas, lanza unas frases infumables, promete el oro y el moro acto seguido se va en su coche oficial con su escolta al restaurante donde se va a celebrar el evento, entre personal escogido. Miembros de su partido, personajes allegados, familiares, amigos, conocidos, y esos a los que siempre es conveniente invitar por que nunca se sabe.

Allí no se va a hablar de si el puente quedo bien o mal, si las infraestructuras de acceso al mismo aun no se han construido y no se sabe si se harán, por lo que tenemos un puente del siglo XXI con accesos del siglo XIX. No se hablara de cómo se ha destrozado las márgenes del río, ni tan siquiera de que ha costado mas del doble del presupuesto inicial, amén de haberse tardado mas de dos años en su finalización prevista.

Se hablara de que rico es el jamón ibérico de bellota, ese que es prohibitivo para la plebe, y como sabe el marisco de la ria, se sonreirá convenientemente, se mirara a la mujer del vecino de mesa, e incluso se cerrara alguna cita política y alguna que otra algo mas mundana, podíamos decir.

La comida por supuesto estará a cargo del consistorio, que lo ha incluido convenientemente en la partida presupuestaria del puente en cuestión, solo faltaba.

En la caja de ahorros de toda la vida, de mi ciudad, siempre hay grandes colas, yo incluso digo que hay colas hasta para hacer colas, pero es que los abueletes sacan de ventanilla cantidades diarias menores para que no se les acabe pronto la pensión. Así que vas y te pones a la cola, a veces hay personas de muy avanzada edad, y de pronto llega un señor al que le falta tiempo al director de la agencia para salir a saludarle, el cual no tiene que guardar cola, no se sabe bien por qué, pero todo el mundo le mira y con una cara, que parece un poema, todo el mundo pensara algo, supongo, pero nadie dice ni Pamplona. Ese día fue el primero en el que me entraron ganas de cerrar mi cuenta en esa caja, cosa que hice poco tiempo después por otro motivo.

Bueno el caso es que para que te den un préstamo, casi tienes que rogarlo, y aceptar las condiciones de tu Caja de toda la vida, y agradecido eh, con unas condiciones leoninas, pero lo necesitas para tu negocio, para tu casa, para tu coche.

Luego te enteras de que a cierto señor que no opera en Castilla y León, mi caja le dio un crédito de 200 millones de euros, y ahora tiene problemas con ese crédito y otros como ese, y se tiene que fusionar con otra caja, con el miedo de la intervención en la cabeza, y cuando lo hagan nos va a tocar pagar la fusión a los demás.

Los que mandan en la Caja de mi ciudad de toda la vida, no están allí por ser buenos economistas, ni tan siquiera se rigen por parámetros comerciales, son políticos, y hacen lo que les da la gana y punto.

Que viene el lobo, decían algunos hace ya poco más de tres años, y eran tachados de agoreros, de malos patriotas, o recientemente de patriotas de hojalata.

Que viene el lobo repetían en este país, los agoreros, pero mira tu por donde el mundo estaba lleno de patriotas de hojalata, que decían lo mismo.

Los del estado del bienestar, el suyo, por supuesto, lo negaron, mas veces que San Pedro a Jesús, antes del canto del gallo. Estos no solo lo hicieron antes del citado canto, lo hicieron durante mas de un año, oyes, que hay que recordarlo, mas de un año, que se dice bien.

De allí pasaron a que si los brotes verdes, que si desaceleración, que si ostias en vinagre, el caso era no decir la verdad ni de coña, y de paso meterse con quien avisaba de la catástrofe, patriotas de hojalata, economistas, periodistas de algún medio independiente (si es que lo hay), en fin de todo el mundo, incluidos los otros lideres políticos de “nuestro entorno geográfico” y del de la conjunción planetaria o cósmica que ya no se la bobada en cuestión que dijo la chiquitina de marras.

Pues así dos años mas, dos años, que se dice bien, por lo que sumamos mas de tres, de 365 días cada uno, con sus meses y semanas (breves o no).

Cayó Grecia, y ni por esas, aun seguíamos en nuestras tonterías, hasta que un día, los acreedores de España obligaron a hacer ciertas cosas y he aquí que desde hace unos días estamos en la más absoluta de las ruinas. Vamos que los agoreros, los encomiastas de todo el mundo tenian razón, y no se hizo nada, nada para remediarlo.

Tanta irresponsabilidad nos va a costar muy caro, pero nos va a costar muy caro a los españoles, a ellos no, me refiero a los políticos, ellos según parece en mi país están exentos de responsabilidad, y eso me pone triste, muy triste.

Nos han llevado a la ruina, y nadie va a pagar por ello, no hay derecho. Vamos a pagar los de siempre, como siempre, hasta cuándo va a ser esto así. Qué vergüenza de país.