Descontento en El País por las últimas directrices de Antonio Caño
Se quejan de recibir órdenes contradictorias sobre el papel que debe jugar la edición digital y de la ampliación del horario de trabajo
El diario El País se ha convertido en “un polvorín”. Así califican en el periódico la tensa situación que está viviendo gran parte de la plantilla con las directrices que les llegan desde la dirección. Un año después de la llegada de Antonio Caño la situación es de descontento.
Las últimas directrices de Caño han provocado un desconcierto generalizado entre gran parte de la plantilla. Los periodistas de El País se quejan de que reciben órdenes contradictorias y de que en el día a día se producen, ahora mismo, importantes disfunciones.
Una de las quejas principales tiene que ver con la falta de criterio a la hora de dar prioridad a la edición impresa o a la digital. “No lo tiene claro -explican a El Confidencial Digital desde la redacción de Miguel Yuste-; unos días privilegia el papel y otros la web”.
Esta situación ha provocado que “nadie sabe a qué atenerse”, afirma otro periodista veterano de la plantilla del Grupo Prisa.
También hay malestar por el nuevo horario de trabajo implantado en El País. Se han desdoblado los horarios para atender las demandas de la web. Ahora, por tanto, la hora de entrada es las 9 de la mañana y la hora de cierre son las 8 de la tarde, lo que provoca que la mayoría de los periodistas deban pasar prácticamente el día entero en la redacción.
“El problema es Caño, que no tiene claro hacia dónde ir, hay desconcierto”, explica un veterano que conoce la empresa desde hace más de dos décadas.
En la redacción de El País se comenta, además, lo sucedido con dos de sus periodistas hace dos semanas cuando Manuel Altozano y Rafael Méndez se marcharon del periódico acusando a la dirección de haberles censurado un artículo sobre Soraya Sáenz de Santamaría y Telefónica. Creen que lo sucedido perjudica gravemente a la imagen del periódico.
