José Apezarena

Errejón es mucho Errejón para Pablo Iglesias

A principios de marzo, Iñigo Errejón dio en París una charla organizada por alumnos de Science Po, el instituto de ciencias políticas donde estudió Macron. Ante las doscientas personas que llenaban la sala, en una residencia de estudiantes protestantes, desgranó, en español y traducido al francés, su visión de la política española y europea.

En el país vecino hay quienes establecen semejanzas entre el dirigente de Podemos y el hoy presidente de la Republica, Emmanuel Macron. Pertenecen a la misma generación: 40 y 34 años, presentan perfiles personales paralelos por cultura y capacidad de llegar a sus interlocutores, y comparten diagnóstico: las etiquetas de izquierda y derecha deben superarse.

Según las crónicas, Errejón protagonizó una intervención que desconcertó a quienes esperaban un discurso de izquierda tradicional. Habló de una corriente europea “patriótica, popular y democrática”, un movimiento que aparque los viejos manuales de la extrema izquierda, una fuerza que sea “conservadora” y “de orden”. Que conserve las instituciones y mantenga un orden que proteja a “los de abajo” ante los excesos de “los de arriba”. Algo que no coincide exactamente con lo que hoy defiende Podemos.

“Nosotros proponemos el orden y la certidumbre”, afirmó. Esto implica combinar la polarización asociada a Podemos con el respeto a los rivales y sus votantes. “Hay que evitar la soberbia y obligarse a entender”. Entender, por ejemplo, que Ciudadanos ofrece una estabilidad que no se asocia con Podemos y que es atractiva para muchos votantes. Entender que en algunos momentos Podemos ha ofendido a votantes del PSOE. O que millones de españoles, muchos de clase trabajadora, confían en Mariano Rajoy porque ofrece también una cierta idea de orden y estabilidad.

Considera Errejón  que ha pasado el tiempo de los partidos tradicionales, y que lo que vienen son formaciones transversales, en un escenario cuyos ejes ya no son izquierda/derecha, sino europeísmo/nacionalismo, globalización/soberanía, élites/pueblo.

Sin duda, Íñigo Errejón presenta un perfil político especial, diferenciado del de Pablo Iglesias. Se trata de un personaje con singular carisma, con capacidad de arrastre y empuje, con visión de futuro, más pragmático y posibilista, menos dogmático.

En vísperas del último congreso, Vistalegre Dos, el líder de Podemos se dio cuenta de su potencialidad, de que el 'número dos' podía derrotarle, y no encontró otra salida que aliarse con los anticapitalistas y buscar el auxilio de Ramón Espinar. Y aun así le ganó por poco.

La elevada capacidad de liderazgo que transmite, junto a sus planteamiento integradores y transversales, de sumar, de pescar en todos los sectores sociales sin exclusión, convierten a Íñigo Errejón en un muy poderoso rival para un Pablo Iglesias que se ha ido desgastando, sin recursos, que no ha sido capaz de resolver la decadencia en que ha entrado Podemos.

El episodio conspirativo de Carolina Bescansa, que ha sonrojado a los dirigentes y a las bases de Podemos, ha sido clausurado por la vía de visualizar una aparente unidad de Iglesias y Errejón. Pero, de cara a un futuro no muy lejano, parece inevitable el enfrentamiento definitivo entre los dos. Cuando llegue ese momento, se comprobará que Errejón es mucho Errejón para Pablo Iglesias.

 

editor@elconfidencialdigital.com

En Twitter @JoseApezarena

Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato