España baraja entregar a Arabia Saudí carros ‘Leopardo 2’ que están en servicio en el Ejército de Tierra para inyectar presupuesto en otros programas
El contrato de venta de Leopardos a Arabia Saudí podría contener una cláusula según la cuál algunos de los carros Leopardo 2 que se están construyendo para el Ejército de Tierra serían transferidos al país saudí. Incluso se baraja entregar unidades en servicio.
Según fuentes conocedoras de la negociación con el Gobierno saudí, una de las principales bazas que ofrece la industria española para conseguir el contrato de venta de carros Leopardo 2 es la posibilidad de entregar los blindados que quedan pendientes de suministrar al Ejército de Tierra.
Las fuentes consultadas aseguran que en caso de “necesidad”, también podrían requerirse alguno de los carros que ya han entrado en servicio con matrícula española, y que son propiedad del Ministerio de Defensa. De esa manera, podría inyectarse los ingresos por la venta en otros proyectos que cuya viabilidad se encuentra afectada por los recortes presupuestarios de Defensa.
No sería algo nuevo. España ya ha vendido en otras ocasiones material recién estrenado a otros países que han requerido un contrato urgente de suministro. Con ello, se estimula la cuenta de resultados de la industria armamentística española, a pesar del retraso que sufre el equipamiento militar nacional.
El Leopardo, cuya patente tecnológica es alemana, sería producido en las factorías de General Dinamics Santa Bárbara Sistemas. Alemania, por ley, no puede firmar contratos de venta de armas con países de Oriente Medio, entre ellos Arabia Saudí.
Reunión en Zarzuela
Por otra parte, el rey don Juan Carlos ha recibido ayer de forma oficial al presidente del Consejo Consultivo de Arabia Saudí, Abdullah Bin Mohammed Bin Ibrahim Al-Sheikh. Durante la reunión se trataron asuntos relacionados con el proyecto de Alianza de Civilizaciones impulsado por España, y otros relacionados con la colaboración comercial entre ambos países. Se desconoce si el asunto de los Leopardo salió a relucir durante la conversación entre el monarca y el líder saudí.
