El Estatut y nosotros mirando hacia otro lado
Nos han engañado haciéndonos creer que el único problema que tenemos es la crisis económica, como si ésta no derivase de una crisis más honda. Nos han engañado haciéndonos creer que en esto de la defensa de la vida y de la familia no hay que ser tan radicales y fundamentalistas.
El Tribunal Constitucional esta semana ha denegado la interrupción de la ley del aborto, que limita el derecho a vivir hasta la semana 14 de gestación, y que, estableciendo un comité clínico para evaluar los abortos por problemas en el feto a partir de la semana 22, deja en su arbitrariedad el poder asesinar a un niño incluso en el mismo momento de su alumbramiento.
Ésta ha sido otra semana negra, para los niños que algún podrían haber sido los futuros políticos que con conciencia hubieran gobernado en un futuro nuestro país, que con su inteligencia hubieran sido buenos médicos, o buenos abogados, o buenos trabajadores, o simplemente personas en definitiva que tienen el derecho a vivir.
Y mientras nosotros, los que aún no hemos sido sometidos al dictado del pensamiento único e invariable, estamos mirando a otro lado. ¿Estamos haciendo todo lo que podemos?
