Estupor en medios eclesiásticos por el eco mediático de un libro sobre “espías pontificios” carente de todo rigor

En medios eclesiásticos españoles ha causado enorme sorpresa el eco mediático que ha tenido en nuestro país la publicación en Italia de un libro sobre supuestos espías del Vaticano, que ha ido acompañado de adjetivos como “riguroso” o “documentado” cuando más bien parece todo lo contrario. El hipotético jefe de esos confidentes lleva dos años en la India.

La causa del revuelo proviene de dos noticias publicadas este miércoles por los diarios La Vanguardia y El Mundo que, en páginas principales, hicieron hueco a sendas informaciones, firmadas por Juan Carlos Merino y Fátima Ruiz, respectivamente.

Los reportajes resultan una loa sin fisuras al trabajo de Eric Frattini, autor de “La Santa Alianza, cinco siglos de espionaje vaticano”. Como si de un publi-reportaje se tratara, el periodista de La Vanguardia, por ejemplo, dedica todo su escrito a describir este “ensayo de investigación histórica”.

El trabajo es fruto, según explica Merino, de la filtración, hace año y medio, de un informe donde se expone cómo “el Vaticano también tiene sus servicios secretos y no sólo eso, sino que se trata de la más eficaz y poderosa red de espías del mundo, implicada en numerosas ‘operaciones’ durante los últimos cinco siglos”.

Según informa el periodista, Frattini habría visitado, en sólo año y medio, los archivos de 39 instituciones de catorce países y conversado con decenas de fuentes “de esas que un periodista nunca revelaría”. Y se lanza, citando la mencionada “investigación”, a imputar a la Santa Sede asesinatos de reyes y príncipes, golpes de estado, tráfico de armas, revoluciones, quiebras bancarias y financieras…

En medios eclesiásticos españoles ha causado cierto estupor fundamentalmente el eco mediático dado por los periódicos nacionales cuando existen hechos evidentes acerca de la falta de rigor del libro citado. La noticia aparecida en El Mundo, por ejemplo, algo más matizada que la del rotativo catalán, no deja sin embargo de dar por cierto que el actual responsable de esos espías sería el español Pedro López Quintana, asesor responsable de Asuntos Generales de la Secretaría de Estado del Vaticano.

Se da el caso de que el arzobispo (que no, monseñor) Pedro López Quintana lleva, desde finales de 2002, de Nuncio Apostólico en la India.