Fernández Ordóñez no quiere que a España le pase lo que a Irlanda y Portugal. Advierte al Gobierno que no lance a los mercados señales de duda y que culmine las reformas

El gobernador recordará al Gobierno que las reformas emprendidas, financiera, laboral, y la futura de pensiones, van por el buen camino, pero que hay que llevarlas a cabo y hasta el final, según fuentes cercanas al banco emisor a las que ha tenido acceso El Confidencial Digital.

El mensaje de Fernández Ordóñez es que con los mercados internacionales de deuda soberana no se juega, y que, si ahora están calmados, más vale no dar señales dubitativas desde España, no sea que volvamos a tener una crisis de deuda pública o empecemos a pagar otra vez una sobreprima por nuestras emisiones, como le está pasando a Portugal e Irlanda.

El banco emisor, que empezó hace dos años a hacer advertencias sobre la gravedad de la crisis, con poco éxito, por cierto, no ha bajado la guardia sobre la necesidad de tener una cuentas públicas sanas, no incurrir en déficits excesivos imposibles de financiar, y hacer reformas de calado en el mercado financiero y laboral, reducir nuestro déficit comercial y recuperar competitividad.

El gobernador no se va a cortar, por más que su discurso pueda levantar ronchas en Ferraz y entre los sindicatos. Fernández Ordóñez está convencido de que sólo la ortodoxia económica sacará a España de la crisis, y no va a cambiar su discurso “por necesidades políticas”.

Y es que el Banco de España ve en los guiños de Zapatero a los sindicatos y a la izquierda una posible marcha atrás en las reformas que no le gusta nada.

Como aperitivo, ayer, el director del Servicio de Estudios del Banco de España , Luis Malo de Molina, dijo en FUNCAS (Fundación de las Cajas de Ahorro) que “sólo la consolidación fiscal (presupuestos públicos  sin déficit) y ambiciosas reformas de los mercados financieros, del mercado de trabajo y de las pensiones permitirán afrontar una situación tan crítica como la actual”. 

Y la guinda fue esta: “La falta de respuesta a la crisis en su tiempo ha alargado el ajuste y complicado la salida de la crisis”.

Los asistentes al acto, de entrega de premios a trabajos de investigación económica, bancarios y profesores universitarios, entendieron que se refería a los “dos años perdidos por Zapatero, sin reconocer, ni tomar medidas contundentes frente a la crisis”, según comentario de algunos de ellos.