Festivales: la hora de la verdad

Se acercan los más importantes festivales publicidad para los creativos que trabajan en las agencias de nuestro país: El Sol (en San Sebastián) y Cannes (Francia). En el primero nos mediremos con lo más granado de la publicidad iberoamericana. En el segundo caso son ya palabras mayores, ya que se trata del festival de festivales: el lugar donde se premia lo mejor del mundo.   En Donosti vamos a competir con Argentina, Brasil, México, Chile,… Un bonito duelo en el suelen salir mejor parados nuestros huéspedes. ¿Por qué? Muchos dicen que la clave está en que no han renunciado a mostrarse como son, huyendo de estereotipos, etc. Mientras, otros dicen que el problema de la publicidad española es que adolece de este punto ‘made in Spain’ que tuvo en su día. No creo que el razonamiento sea tan simplista, pero mucho de esto sí que hay.   Sin embargo, en todas partes cuecen habas. Hace poco, el creativo argentino Fernando Vega Olmos hacía autocrítica al afirmar que las campañas de su mercado debían abandonar el recurso al chiste fácil, al humor previsible. En esto le doy toda la razón.   Realmente no sé que puede ocurrir este año. En los últimos años, en España nos hemos caracterizado por pecar de una excesiva autocrítica, algo que incluso ha sorprendido al otro lado del charco. Es obvio que por el palmarés logrado, la creatividad publicitaria de nuestro país no araviesa su mejor momento.   Si hubiera que hacer un diagnóstico que mostrara las causas de este mal habría que buscarlas en varios factores. En mi opinión, creo que hay un selecto grupo de agencias y creativos que están haciendo un buen trabajo. Otras se han dedicado a mantener su cartera de clientes mediante una especie de respiración asistida (tradúzcase por “creatividad complaciente”). A todo esto hay que añadir la búsqueda de rsultados cortoplacista de muchos clientes, renunciando así a cualquier intento de diferenciarse de su competencia. Craso y extendido error.   La llegada de El Sol y Cannes servirá también –y esto es muy importante- para ver con qué nos sorprenden esta vez chinos, japoneses, tailandeses, finlandeses, australianos, etc. No hay nada más interesante que saborear la enorme capacidad creativa de mercados tan variopintos.   Estoy deseando viajar a Cannes para vivir el mayor espectáculo del mundo creativo. Es algo así como un máster intensivo de una semana. Una experiencia que ‘no tiene precio’ (bueno, sí lo tiene y bastante caro por cierto). Si no ganamos el Mundial de Alemania (que no parece), no estaría mal llegar al menos a ‘semifinales’ en Cannes. El Hotel Martínez, por fin, sería de los creativos españoles.   ¡Suerte! Y que gane el mejor.   PD: Por cierto, yo ya tengo un favorito claro para el Grand Prix de Cannes: “Colours”, de Sony. ¡Hagan sus apuestas!

 
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