El 'affaire' del dinero cobrado por Garzón en Nueva York, conversación estrella en la cafetería Riofrío

La cafetería Riofrío, que da a la plaza de Colón, a la calle Génova y a la de Marqués de la Ensenada, es frecuentada a diario por personal de la Administración de Justicia. No en vano tiene muy cerca instituciones tan destacadas como el Consejo General del Poder Judicial, el Tribunal Supremo y la Audiencia Nacional.

Jueces, fiscales y hasta personal auxiliar de la Administración de Justicia, paran en el establecimiento a distintas horas del día, aunque la animación mayor puede detectarse en el momento del almuerzo, donde incluso se forman mesas con numerosos comensales.

El lunes había una animación especial en algunas conversaciones que se escuchaban en Riofrío. Motivo: la noticia de que el Supremo había procedido contra Baltasar Garzón por el dinero que había recibido con ocasión de su estancia en Nueva York con una excedencia especial.

Le cuentan, por cierto, a El Chivato, que el magistrado de la Audiencia Nacional no suele aparecer mucho por ese establecimiento porque –dicen- lo considera “un sitio vulgar”.

En general, lo que se escuchaba el lunes eran críticas. “¡Que se ha creído Garzón!” fue uno de los comentarios sobre el expediente abierto por el Supremo. Y había también quejas por diferencia de trato a unos jueces y a otros. Alguno argumentaba que él había solicitado excedencias parecidas, para formación y estudios, sin que se las hubieran concedido. Otro se quejaba de que pidió poder compatibilizar el cargo con dar clases de Derecho en una universidad y que también se lo denegaron.

 

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