Los integrantes del Pacto de Toledo ven imposible cualquier acuerdo

El Gobierno no reformará el sistema de pensiones esta legislatura

Las negociaciones con los partidos están rotas. Empleo continuará con la estrategia de pedir créditos de Estado, a la que se oponen el PSOE y los sindicatos

Fátima Báñez y Mariano Rajoy.
Fátima Báñez y Mariano Rajoy.
El actual sistema de pensiones y de la Seguridad Social cuenta con un agujero económico de más de 20.000 millones de euros que, lejos de reducirse, se amplía con los nuevos créditos de Estado para pagar las extras de julio y diciembre. La situación es insostenible, pero Gobierno y oposición descartan la reforma del actual modelo de prestaciones ante la falta de consenso.

El pasado mes de diciembre, El Confidencial Digital adelantó en exclusiva el plan del Gobierno para pagar las próximas extras de las pensiones a través de créditos de Estado. Ya entonces, el Ejecutivo tenía claro que esa era la única forma de hacer frente a los gastos de dichos pagos, tal y como se hizo en 1995, en una situación económica similar a la actual.

Seis meses después, en uno de los últimos Consejos de Ministros celebrados antes del parón estival, el ministro portavoz, Íñigo Méndez de Vigo, junto a la titular de Empleo, Fátima Báñez, confirmaron esa hoja de ruta. Se anunció una línea de crédito extraordinaria de 10.192 millones de euros que el Estado transferirá a la Seguridad Social para poder hacer frente a las dos pagas extra de las pensiones de este año (julio y diciembre).

Desde el Gobierno afirman que este crédito está contemplado en los Presupuestos Generales del Estado. Concretamente en la partida destinada a “aportaciones extraordinarias” que siempre se incluye en las cuentas estatales. No obstante, añaden, genera “obligaciones” al sistema de Seguridad Social.

Esas “obligaciones” son deudas que la propia Seguridad Social deberá abonar para acabar con lo que desde Empleo califican como “déficit temporal”. Un reintegro que el Gobierno asocia al descenso del paro y que la oposición ve imposible de lograr si no se aplican otras medidas. Un choque de criterios que está imposibilitando cualquier acuerdo.

Adiós a la reforma de las pensiones

Así lo reconocen a ECD fuentes gubernamentales y de la oposición, presentes en la Comisión del Pacto de Toledo. Todos ellos, además, señalan lo “complicado” de llegar a un acuerdo para reformar el actual sistema de pensiones en lo que queda de legislatura, debido a la “falta de consenso” entre los diferentes partidos.

En este sentido, la hoja de ruta del Gobierno es clara: aplicar créditos de Estado hasta que se confirme la recuperación económica para, a finales de la presente legislatura, abordar una subida de las mismas e intentar engordar el Fondo de Reserva. Para ello, el objetivo es que España invierta un mayor porcentaje del PIB en las pensiones, pasando del actual 10,4% al 11%.

El PSOE y los sindicatos, sin embargo, consideran que un descenso del paro, acompañado de nuevas altas en la Seguridad Social, no serán suficientes para acabar con el agujero económico del sistema ni garantizar su supervivencia. Exigen al Gobierno medidas urgentes para llegar a un acuerdo.

Entre ellas, aumentar de forma paulatina las bases máximas de cotización; cargar a los Presupuestos todas las políticas de generación de empleo, así como los gastos de la propia Seguridad Social y del Ministerio de Empleo a través de las cuentas estatales; y aumentar la financiación a través de la “imposición general” (impuestos).

La hucha se vacía 10 años antes

Las fuentes consultadas por ECD admiten que la Comisión del Pacto de Toledo, y el propio sistema de pensiones, llevan cinco años “prácticamente parados” y “sin avances”, debido, entre otras circunstancias, a la crisis económica.

 

La situación económica ha supuesto una “traba” y ha “condicionado” la acción del Gobierno respecto a las pensiones. No obstante, la oposición recuerda que el actual Ejecutivo derogó la Ley 27/2011, que sentaba las bases para la actualización y modernización del sistema de la Seguridad Social.

Ahora, concluyen estas fuentes, “no hay un plan para salvar estas prestaciones y la hucha va a vaciarse diez años antes de lo previsto”. En este sentido, recuerdan que el Fondo de Reserva fue creado en el 2000 para hacer frente a las jubilaciones de los trabajadores del llamado “Baby Boom” de los años 60.

La previsión, por tanto, era que esta “hucha” pudiera cubrir los gastos del sistema de la Seguridad Social dedicados a estas prestaciones hasta 2027. Sin embargo, “el paro y el descenso de las cotizaciones aparejadas a la crisis” han provocado que el fondo esté en mínimos históricos y sea urgente tomar medidas.

El Gobierno, de momento, mantiene su apuesta por los créditos de Estado y ha pospuesto la reforma de las pensiones hasta la próxima legislatura.


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