Hacienda lanza una campaña de inspecciones contra Airbnb, Bizum, Uber y Wallapop
El objetivo es destapar el blanqueo de capitales a través de Internet. Los usuarios están recibiendo notificaciones para que demuestren que no están realizando una “actividad comercial”
Cerco de Hacienda a los nuevos modelos de negocio digitales. Ha puesto el foco en la lucha contra el blanqueo de capitales a través de Internet. Los usuarios de monederos electrónicos, plataformas de alquiler de viviendas o que recurren a la compra-venta sistemática de objetos on line se enfrentan a una “exhaustiva campaña de controles”.
Según ha podido saber El Confidencial Digital por fuentes próximas a la Inspección, Hacienda ha decidido utilizar el análisis y explotación de la información disponible en Internet que permite descubrir actividades o rendimientos ocultos y el tráfico ilícito de bienes.
Está desplegando actuaciones de control sobre aquellos fabricantes o prestadores de servicios que comercializan sus bienes o servicios a través de Internet para garantizar la adecuada tributación en España de las rentas generadas por la actividad económica.
Monederos electrónicos y transferencias
Las fuentes conocedoras de estas inspecciones, explican que los técnicos de Hacienda han comenzado a revisar con lupa, por ejemplo, el pago con monederos electrónicos y sistemas de transferencias instantáneas como Bizum. Las revisiones se centran en los usuarios de estas plataformas. Las acciones no van dirigidas, en ningún caso, contra la compañía.
Bizum permite realizar pagos inmediatos, sólo con el número de móvil o el mail del destinatario del dinero, a clientes de la mayoría de entidades españolas. El límite es de 500 euros por operación y se pueden efectuar hasta 30 movimientos al mes.
Hay un dato que la Agencia Tributaria no pasa por alto: en este momento, “la cuantía de los pagos con tarjeta acaba de superar el volumen de retirada de dinero en metálico de cajeros automáticos”.
Plataformas on line de alquiler de viviendas
Hacienda también va a estrechar el cerco sobre los nuevos negocios digitales en los sectores del alquiler de viviendas –a través de plataformas como Airbnb- para que tributen efectivamente por su actividad. Y también en el sector del transporte, como es el caso de Uber y Cabify.
Estos nuevos negocios que proliferan en Internet reciben el nombre de “gig economy”, expresión que describe la actividad por la que el trabajador establece una relación con quien requiere de sus servicios a través de una página web y desarrolla un proyecto durante un tiempo, en principio indeterminado.
Según las fuentes consultadas por ECD, los inspectores están poniendo el foco en actuaciones de control sobre aquellos fabricantes o prestadores de servicios que comercializan sus bienes o servicios a través de Internet, para detectar también la existencia de tramas fraudulentas constituidas con patrones creados para defraudar.
Se va a perseguir, a partir de ahora, a sujetos que se dediquen a comprar y vender un determinado tipo de objetos de forma sistemática pero presentando esos intercambios como si formaran parte de una actividad ocasional.
Los inspectores ponen un ejemplo: una persona que se haya especializado en la venta de muebles antiguos, que se dedique a adquirirlos por Internet y después a revenderlos. En este caso, de transacciones regulares y no esporádicas, puede hablarse ya de “actividad” y Hacienda le reclamará el pago de los impuestos correspondientes, más los intereses de demora.
Esta es la práctica que se está persiguiendo. Se ha comenzado a reclamar también, vía notificaciones, que deben comenzar a pagar impuestos por ese rendimiento obtenido.
Tributación de todos los impuestos en España
Pero el nuevo control reforzado de la Agencia Tributaria alcanza también a empresas como Wallapop o Ebay, que usan “nuevos modelos de distribución”.
En Hacienda afirman que el constante repunte del comercio electrónico impulsa el crecimiento de empresas que sustituyen al vendedor tradicional en el almacenamiento y entrega de los productos.
Explican que están surgiendo nuevas actividades como la “triangulación de envíos”, en la que las ventas realizadas por una empresa son entregadas por otras, y “tiendas de tiendas” instaladas en páginas web.
Hacienda tiene constancia de que algunos de estos negocios están establecidos en España y en otras ocasiones, en otros países de la Unión Europea.
Por ello, advierten, han comenzado a comprobar también que su tributación sea la adecuada y que su actividad no distorsiona los precios en perjuicio del comerciante establecido en España.
Captación de información económica en la red
Para este fin, la Agencia Tributaria está utilizando un programa informático diseñado para explorar páginas de Internet de forma metódica y automatizada. Incorpora la información disponible en la red de todo tipo de transacciones económicas que circulan por la red. La plataforma se llama “Web Spider”.
Internet posibilita la existencia de actividades total o parcialmente sumergidas junto a otras que, bajo apariencia de un canal extranjero, se esconden empresas españolas que usan las nuevas tecnologías para intentar eludir sus obligaciones fiscales en España.
De esta forma, Hacienda obtiene información de empresas y particulares que colocan publicidad de sus servicios, productos o bienes o de actividades cuyos datos, al ser cruzados con los declarados, permitirán chequear lo que dicen que ganan y la realidad de sus negocios.
La Agencia Tributaria pretende también utilizar técnicas de análisis de las redes sociales en operaciones comerciales. La intención es identificar patrones de comportamiento que se corresponden con actividades defraudadoras tradicionales, como las tramas carrusel en el fraude de IVA o el uso de testaferros.
