Irregularidades y chapuzas en residencias de ancianos que cobran 3.000 euros al mes: menos pañales, medicinas baratas
La crisis parece que puede ser la gran excusa para todo. Con el argumento de ahorrar costes, se van introduciendo prácticas y actuaciones que resultan por lo menos irregulares. También en establecimientos tan críticos como son las residencias de ancianos, incluso en algunas que son de lujo.
Le cuentan a El Chivato que trabajadores de algunos de esos establecimientos se ven presionados para que recorten gastos de forma tajante. Un primer dato es que muchas empleadas, sobre todo hispanoamericanas, han sido despedidas, con lo cual hay menos personal.
Otro es que se ha indicado a los auxiliares que los cambios de pañales a los ancianos se realicen, no cuando se hayan hecho pis encima, sino sólo cuando haya algo más, con lo cual logran un considerable ahorro en pañales.
Y en cuanto a las medicinas, se procura suministrar productos similares a los recetados, pero no exactamente: son de otra marca, de otro laboratorio, y por tanto más baratas. Los médicos indican unas, y las residencias suministran otras, en teoría el mismo producto, pero que no es lo indicado por el doctor.
Se trata de establecimientos privados, más bien de lujo, por ejemplo con un precio mensual de 3.000 euros aproximadamente. Eso sí, cuando hay visitas de familiares de los residentes, se hace teatro para que no se den cuenta.
