El catalán Joan Rosell aplaca la revuelta en la CEOE tras las críticas por su tibieza al rechazar el giro independentista en Cataluña: les ha prometido que defenderá la unidad de mercado en España

Rosell calificó, en un principio, el sentimiento independentista en Cataluña como "un tremendo problema para la economía española que no se tiene que obviar, pero que hay que resolverlo de una vez por todas".

También consideró que hay que estudiar el problema, "ver lo que es posible y llegar a un acuerdo con el máximo consenso de todas las partes". Pero el empresario catalán evitó una postura clara en relación al pacto fiscal.

Sin embargo, otros miembros de la patronal liderados por Santiago Herrero, el presidente de los empresarios andaluces, se enrocaron en la Constitución y exigieron a Rosell más dureza contra la deriva independentista.

Tres días después, el presidente de la patronal calificó de "barbaridad" que se quiera ir "por ese camino" por las consecuencias que puede tener una secesión, al tiempo que apostó por el pacto fiscal para todas las autonomías.

Pues bien. Según ha sabido El Confidencial Digital de fuentes cercanas a Joan Rosell, el presidente de la CEOE está preocupado por la decidida apuesta de Artur Mas para llevar a cabo un referéndum en Cataluña sobre la independencia.

Es consciente que la estrategia de la Generalitat le pone en una situación muy comprometida. Es un hombre muy bien relacionado con la cúpula de CiU, y presidió hasta el pasado año la patronal catalana Foment del Treball, muy próxima a las tesis soberanistas de Mas.

Según las fuentes consultadas, Rosell se encuentra en esa disyuntiva: tiene que defender los intereses del conjunto de los empresarios españoles, pero al mismo tiempo no quedar mal con sus ex compañeros de Foment del Treball (defensores del pacto fiscal), también teniendo en cuenta su condición de catalán.

"Es como si al andaluz Santiago Herrero le obligasen a criticar el PER (Programa de Fomento del Empleo Agrario) de Andalucía", sostiene un alto cargo de la patronal.

Pero el presidente de la CEOE ha decidido decantarse más del lado de aquellos que le han criticado estos días por su tibieza al rechazar la independencia de Cataluña, a quienes ha prometido que defenderá a capa y espada la unidad de mercado en España. Sabía que era la mejor manera de desactivar la revuelta en el seno de la patronal surgida por este asunto.