A José Montilla, que deja atrás su época de créditos perdonados al PSC y recurre ahora a una línea área de bajo coste para su viaje a Lisboa

Resulta muy saludable creer en la regeneración. En que es posible enmendar un error, desandar el camino de la buena vida transitado y emprender –ahora sí- el de una vida buena. Quizá es lo que le ha sucedido al ex ministro José Montilla. El presidente de la Generalitat ha decidido, en un gesto inaudito, utilizar compañías aéreas de bajo coste para sus viajes oficiales. Dentro de diez días recalará en Portugal en un avión de Clickair y regresará con Vueling. El pasado mes de febrero utilizó otra empresa de ‘bajo coste’ para desplazarse hasta Málaga. Hay varias derivadas interesantes de esta medida: adiós a la primera clase, que no existe en las aerolíneas baratas, adiós a las reservas de asientos y adiós a las comodidades también para el equipo de profesionales que le acompañan. El colofón de este desplazamiento a Portugal lo pone la decisión de alojarse en la residencia del embajador español en el país luso, ahorrando además el coste de hotel. Realmente loable. Que dure y cunda el ejemplo. Guinda al señor Montilla.

 

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