Libia: siguen las máscaras
Pero resulta que Gadafi no caía pues la parte del ejército, si del ejército, que se había sublevado mostraba una notable falta de operatividad. Pese a las numerosas deserciones, los gadafianos amenazaban con terminar con la revuelta ¿democrática?
Y entonces buscando mas corregir su primer error que la estabilidad, pues esto segundo lo conseguiría el tirano con los métodos habituales de los tiranos, se decidieron a inventar una zona de exclusión aérea que consiste básicamente en intervenir desde el aire para machacar a las fuerzas terrestres gadafianas.
Esto de las exclusiones aéreas tiene su miga. Para lograrla hay que destrozar la infraestructura enemiga, es decir, matar civiles. Es la cuadratura del círculo, cientos de bombas para la salvación de civiles, es o sí sin exponer a un solo soldado propio, sin ocupar, perdón liberar, sin implicarse mas que en la destrucción y no en la reconstrucción que bastante hay con el éxito afgano.
Esta es nuestra situación, estamos interviniendo en una guerra civil, apoyando descaradamente a un bando y nadie se molesta en explicarnos quien es ese bando, quienes lo controlan (sí, los bandos se controlan) y a quien beneficia la virtual partición de Libia. Si nos beneficia a nosotros que nos lo digan, o que pongan cara a la revuelta y saquen a las fuerzas combatientes con sus barbas y su pasado yihadista.
Todo lo arreglan con dos o tres palabras talismán, tan gastadas que sólo oírlas provocan el Vómito. Es buena misión de paz, brillante transición democrática, estupenda protección de civiles (sin tropas). Sería mas feo pero podríamos discutir con tranquilidad ajuste de cuentas por Lokerbie, que sería por fin justicia, petróleo no por alimentos sino por bombas, pasillo al Chad, que tiene acento francés, o división de Libia que tiene todos los acentos salvo el acento español.
Los del PP deberían tener cuidado. Los socialistas están demostrando a los jefes que para intervenir en guerras, reducir sueldos públicos o bajar pensiones son mucho mas eficaces que lo que serían ellos. Lo hacen y nadie protesta; ni la calle, ni los medios, ni la oposición.
