Mandos del Ejército critican la propuesta electoral del PP de otorgar la nacionalidad a extranjeros tras dos años de servicio. Consideran que provocará un 'efecto llamada' pero sin compromiso

Aumentará los niveles de reclutamiento, pero pueden descender los de calidad y compromiso. Así valoran mandos del Ejército español la propuesta electoral del Partido Popular por la que se otorgará a los inmigrantes latinoamericanos la nacionalidad española tras dos años de servicio militar.

“Concederemos la nacionalidad por carta de naturaleza a los ciudadanos de los países iberoamericanos que hayan cumplido dos años de servicio en nuestras Fuerzas Armadas”. Así figura la medida, textualmente, el programa electoral del PP.

Un punto, incluido en las propuestas en materia de Defensa, que ha tenido una tibia acogida entre mandos de las Fuerzas Armadas españolas a los que ha consultado El Confidencial Digital. Algunos incluso no han dudado en calificarla de “peligrosa” para los niveles de calidad de tropa.

“Una propuesta así sólo generará un ‘efecto llamada’ que, si bien resulta necesario ampliar la capacidad de reclutamiento de las FAS, quienes entren atraídos por esta cláusula son más susceptibles de abandonar el servicio una vez alcanzado su objetivo de obtención de la nacionalidad” aseguran mandos del Ejército a ECD.

En España, actualmente, un extranjero –sólo de origen latinoamericano o guineano por cuestiones de idioma- puede acceder a la escala de tropa con un permiso temporal de residencia y tras firmar un compromiso de seis años, “suficiente como para que alcance un nivel de profesionalización aceptable”. Tras esos seis años, podrá solicitar el inicio del proceso de obtención de la ciudadanía.

La medida del PP, de la que aún se desconoce qué tipo de compromiso requerirá pero que “a todas luces será menor” según aseguran las voces militares consultadas.

Modelo norteamericano

El modelo sigue una iniciativa norteamericana puesta en marcha hace dos años. El Ejército estadounidense ofreció la posibilidad de reclutar a extranjeros con permiso temporal o refugiados políticos, con la promesa de que tras seis meses de servicio se iniciarían los trámites para obtener la ciudadanía. “EE.UU. no ponía en marcha un plan similar desde la guerra de Vietnam” aseguran a las fuentes consultadas.

“Los resultados fueron sorprendentes. Los niveles de reclutamiento fueron más altos de lo esperado, incluso se desbordaron los objetivos. Uno de cada seis nuevos reclutas era inmigrante en situación irregular. En España esto podría ser un desastre” valoran mandos militares.

 

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