Morenés exigió a su ‘colega’ Abdellatif Loudiyi que el ejército de Marruecos proteja los territorios españoles de soberanía en África

La visita del ministro de Defensa Pedro Morenés a Marruecos no sólo ha servido para ampliar la colaboración de ambos países en materia de emergencia. El Gobierno ha exigido a Rabat que se intensifique la vigilancia fronteriza para evitar que los agitadores vuelvan a 'montar el número' en Chafarinas y el resto de plazas de soberanía española.

El ministro de Defensa español, Pedro Morenés, visitó oficialmente la pasada semana el Reino de Marruecos para entrevistarse con el jefe del Gobierno marroquí, Abdelilah Benkirane, el ministro delegado de Defensa Nacional, Abdellatif Loudiyi, y el Inspector General de las Fuerzas Armadas Reales marroquíes (equivalente a JEMAD), General Abdelaziz Bennani.

Según se ha hecho público, ambos países oficializaron la cooperación de la Unidad Militar de Emergencias (UME) con las Fuerzas Auxiliares marroquíes (FAUX), para modernizar el sistema de gestión de emergencias en Marruecos y el adiestramiento del personal de la FAUX en España.

Tal y como ha sabido El Confidencial Digital de fuentes militares, durante la reunión Morenés le trasladó a su homólogo la “profunda preocupación” que tiene el Gobierno por los ataques de agitadores a las diversas plazas de soberanía española, como Vélez de la Gomera, islas Chafarinas, o el islote de Perejil.

En materia de inmigración –cabe recordar la oleada de ilegales a Chafarinas- la colaboración “es bastante productiva”. No así en cuanto a la entrada en escena del denominado Comité para la Liberación de Ceuta y Melilla en territorio español.

España ha trasladado a Marruecos una exigencia: que se acaben ya los asaltos y que tanto policía como ejército marroquí “se involucren al cien por cien” en impedir que se produzcan este tipo de “escenas”, aseguran fuentes militares.

Detención del ‘agitador’

Por otra parte, cabe destacar la detención de Said Chramti, marroquí considerado uno de los ‘cerebros’ de todas estas operaciones, apenas unos días antes de la llegada de Morenés al país vecino.

La detención se produjo en 48 horas después de que éste reivindicase para su grupo el atentado contra la estatua de Pedro de Estopiñán, conquistador de Melilla en 1497, a la que le cortaron un brazo.

 

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