Las claves del debate de candidatos en Ferraz

Pedro Sánchez perdió el cara a cara con Eduardo Madina

Comenzó sonriente, no supo contestar a su rival, se puso tenso, y al final fue el primero en abandonar la sede del PSOE a toda velocidad

Madina, Sánchez y Pérez Tapias se saludan antes de comenzar el debate.
Madina, Sánchez y Pérez Tapias se saludan antes de comenzar el debate.

Los tres candidatos a la secretaría general del PSOE se enfrentaron ayer, lunes, en un debate que tuvo lugar en la sede federal del partido. Pedro Sánchez, que partía como favorito a tenor del mayor número de avales recogidos, salió claramente perjudicado en beneficio de su rival directo, Eduardo Madina.

La guerra por la secretaría general ha vivido una de sus batallas clave: el enfrentamiento directo entre los candidatos. El debate consistió en una primera intervención de diez minutos, para luego dar paso a las preguntas de los militantes. Un sistema pactado que, por cierto, tenía truco, ya que los asistentes fueron elegidos por los propios candidatos: 33 para cada uno. En las dos horas, sólo dio tiempo a una pregunta de cada grupo de invitados.

Pedro Sánchez, de más a menos

El candidato madrileño partía como favorito, y lo sabía. Su actitud de partida fue prudente. Eligió mojarse lo menos posible, ya que aparentemente era el que más tenía que perder. Pero, a medida que avanzaba el debate, se fue dando cuenta de que las cosas no estaban yendo para él como se esperaba.

-- En su primera intervención mostró un aspecto muy tranquilo y confiado.

-- Propuso la eliminación de cualquier aforamiento.

-- Según pasaba el tiempo, su rostro se tornaba más tenso.

-- Se empezaron a escuchar en la sala de prensa comentarios del tipo: “¿Qué le pasa a Pedro?”, o “Se le ve como enfadado”.

-- Apenas contestó a sus rivales. Madina le lanzó varias indirectas, como que él conocía el partido desde que era joven y no los kilómetros recorridos últimamente, una referencia que Sánchez ignoró.

-- Al finalizar, el madrileño fue el primero de los tres en abandonar la sede del partido. Además, se marchó a toda velocidad y sin hacer ninguna declaración.

-- Periodistas políticos comentaban que Sánchez era consciente de su derrota y por eso no le interesaba hablar con ningún medio de comunicación.

 

Madina, fortalecido tras la “fiesta” del debate

Eduardo Madina ha demostrado que va en serio, y también que se había preparado para el encuentro. Su candidatura había sido muy cuestionada, e incluso estuvo a punto de echarse para atrás, pero tras el debate gana peso como posible secretario general. Las claves de sus intervenciones fueron:

-- Antes de entrar en la sala de debate, en el primer contacto con los medios de comunicación, se veía que hacía esfuerzos por aparentar control de la situación. Se le veía nervioso.

-- Fue muy contundente y conciso con sus argumentos.

-- Atacó a Pedro Sánchez en varias ocasiones y su oponente no supo (o no quiso) contestar.

-- Respecto a la consulta catalana, dijo que él “no diría una cosa el lunes y otra el martes”. Se refería al cambio de criterio de Sánchez sobre la “nación” catalana.

-Insistió en eliminar el Senado, propuso crear en la Audiencia Nacional una sala dedicada a los delitos de corrupción. Defendió que los diputados tengan aforamiento (no para delitos comunes).

-- Terminó sus intervenciones afirmando: “Soy lo que veis, no hay nada detrás”. Esto se interpretó como un golpe al candidato madrileño, a quien acusa de ser un instrumento de Susana Díaz.

-- En su discurso dio por hecho que, si ganaba, se presentaría como candidato a las elecciones generales: “Porque yo legislaré...”, afirmó.

-- Fue el último en salir, y lo hizo muy sonriente. Se mostró especialmente cercano. Atendió a los medios, saludó a sus simpatizantes y hasta se sacó fotos con afiliados que le esperaban fuera.

-- Abrazó al ex ministro y eurodiputado Juan Fernando López Aguilar, a quien dijo: “Te he mencionado, me he acordado de ti”.

-- Al abandonar la sede, no paraba de repetir: “Esto es una fiesta, tiene que ser una fiesta”.

Pérez Tapias, el “primero en concordia”

Al tercero de los candidatos se le veía el más relajado. Denominado por la prensa como “el tercero en discordia”, ha preferido presentarse como “el primero en concordia”. Aunque no vaya a ganar, puede salir muy reforzado del congreso extraordinario. Este es el análisis de sus intervenciones:

-- Era el que menos se jugaba en el debate. Su actitud fue en todo momento calmada.

-- El tono utilizado fue muy distendido, superando en cercanía a sus dos rivales.

-- Sus palabras parecían más dirigidas a ganarse la simpatía de los militantes que a presentar un programa de propuestas.

-- En algunos momentos se escucharon risas entre los periodistas con sus afirmaciones.

-- Se llevó una gran ovación al salir.

-- Atendió, igual que Madina, a los medios de comunicación, a los militantes...

Un debate muy pactado

Carmen del Riego, presidenta de la Asociación de la Prensa de Madrid, había aceptado ser moderadora para cambiar la rigidez con la que el debate estaba planteado.

En un primer momento, estaba previsto que el formato consistiera en una sucesión de monólogos de los candidatos y ,con el cambio, se introdujeron preguntas y capacidad, tanto de la moderadora como de los participantes, para intervenir cuando lo consideraran oportuno.

Los tres candidatos no se interrumpieron en ningún momento, con lo que encorsetaron el debate a la clásica sucesión de discursos. Antes de empezar había pactado comportarse con 'guante blanco'.

Carmen del Riego, por su parte, sí que lanzó varias preguntas que consideró que no habían quedado claras tras alguna intervención.

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