... y Pedro Sánchez maldijo a Patxi López
Pedro Sánchez no quiso ni acercarse ayer al Congreso de los Diputados, con ocasión de la moción de censura de Podemos a Mariano Rajoy.
No solamente no acudió a la Cámara, sino que ni siquiera aceptó seguir el debate desde el edificio cercano, en la misma carrera de San Jerónimo, donde se ubican los grupos parlamentarios.
Un debate de ese calibre, que es uno de los más importantes que se pueden celebrar en las Cortes, con la presidencia del Gobierno en discusión, y con todos los medios retransmitiéndolo, habría sido una magnífica ocasión para él, para visualizar su figura y reforzar su liderazgo, en el partido y también en el conjunto del país. Y, sin embargo, se ha visto absolutamente fuera porque él ya no es diputado.
Así pues, el secretario general del PSOE ha tenido que delegar en su actual mano derecha y hombre de confianza, José Luis Ábalos, la portavocía de los socialistas en un debate tan trascendental, en el que, por el contrario, sí han conseguido protagonismo, además de Pablo Iglesias, los restantes líderes nacionales, como Albert Rivera y por supuesto Mariano Rajoy. Y él no estaba allí.
Pedro Sánchez habrá maldecido, una vez más, haber hecho caso del consejo que le dio Patxi López, en aquellas horas amargas del Comité Federal de octubre, cuando le descabalgaron de la secretaría general del PSOE.
López le recomendó entonces que, además de renunciar a su cargo en Ferraz, abandonara también el acta de diputado, cosa que hizo. Ahora está fuera. Y, además, para lo que resta de legislatura, que todo indica que durará todavía dos años más.
Creo que se habrá acordado de Patxi López.
En cuanto al debate de la moción de censura, un rápido resumen: Pablo Iglesias no convenció en el enfrentamiento con Rajoy. Y lo pasó mal, y resultó trompicado más de una vez, cuando tuvo que actuar como "candidato". Sobre todo con los minoritarios, que le cantaron las verdades. Por ejemplo, la canaria Ana Oramas.
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