¿Perjudica a los niños la obligación de aprender tres lenguas, incluida la regional?

Desde hace años, los gobiernos de algunas comunidades autónomas con lengua regional, como Cataluña, País Vasco, Galicia y Baleares han insistido en priorizar su lengua autóctona con respecto al castellano. En la actualidad, el ministro Wert ha impulsado una ley para equiparar ambas en la enseñanza de los alumnos, que también están obligados a aprender un idioma extranjero, mayoritariamente el inglés. Con esa medida existe una 'convivencia pacífica' entre lenguas pero, ¿ayuda eso a los niños?

Para responder a esta cuestión, El Confidencial Digital ha consultado a Convivencia Cívica Catalana, una organización que lleva tiempo estudiando y analizando la llamada ‘inmersión lingüística’ y sus efectos para la educación de los alumnos en los colegios.

La citada plataforma, que recientemente publicó el estudio ‘Las 10 mentiras de la inmersión’, explica que, en torno a este tema, existen “tópicos” que conviene desactivar. En concreto, señalan que “ni los alumnos consiguen el mismo nivel de lengua española que en el resto de España ni se favorece la integración de los inmigrantes”.

En este sentido, apuntan, “la obsesión por la enseñanza sólo en catalán –o euskera, gallego, etc., - es un obstáculo para la integración de muchos inmigrantes”, y provoca “exclusión lingüística y perjudica a los alumnos castellanohablantes y también a los que emplean su lengua regional”.

Los psicólogos ven perjudicial el método para la enseñanza

Desde Convivencia Cívica Catalana recuerdan que la primera institución a nivel mundial en el ámbito de la educación, UNESCO, corrobora que, en la enseñanza de los niñós, es fundamental la utilización de la lengua del país materno, por encima de otras que puede aprender en su formación: “Por poner un ejemplo, un niño de 8 años al que ya le cuesta aprender las matemáticas le costará aún más si la maestra se lo explica en una lengua que no es la que mejor entiende”

UNICEF lo confirma en sus análisis educativos del año 1999: “Existen numerosos estudios de investigación que indican que los alumnos aprenden a leer más rápido y adquieren otras aptitudes académicas cuando adquieren sus conocimientos iniciales en su lengua materna”.

El modelo no convence a la Unión Europea

En ‘Las 10 mentiras de la inmersión’ consultado por ECD, se especifica que un informe realizado por el Comité de Expertos independientes del Consejo de Europa, publicado en 2008, en el que se supervisaba la aplicación en España de la Carta Europea de las Lenguas Regionales o Minoritarias, invalidó rotundamente el modelo de inmersión lingüística obligatoria aplicado en Cataluña.

El informe estableció que la inmersión no podía ser obligatoria para todos los alumnos, sino que debería darse un requisito claro de voluntariedad. Es decir, que practicara la inmersión aquel que quisiera pero no todos los alumnos de forma obligatoria.

La Carta Europea de las lenguas regionales o minoritarias no apuesta por la enseñanza obligatoria en catalán, esukera o gallego para todos los alumnos, sino, únicamente, que exista la posibilidad de que los alumnos reciban educación en catalán siempre y cuando sus padres así lo deseen.

Catedráticos sí ven beneficios a este tipo de enseñanza

El Confidencial Digital también ha recogido la impresión de María del Mar Larraza, directora de la Cátedra de Lengua y Cultura Vasca de la Universidad de Navarra.

Para la docente, “la enseñanza multilingüe en la escuela no es en absoluto perjudicial; al contrario, es una opción positiva y claramente enriquecedora para el alumno. Parece demostrado por la experiencia de muchos países que los niños son como esponjas, dotados de una gran capacidad para absorber varias lenguas a un tiempo y desenvolverse con normalidad en todas ellas”.

Recordando las palabra de María Jesús Goikoetxea, decana de la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales de la UPNA, este tipo de formación “supone una mayor flexibilidad mental, una mayor posibilidad de apertura a otros ámbitos culturales y a otras lenguas porque el factor resistencial o de sorpresa se educa. De esta manera se fomenta el desarrollo de unas actitudes (...) más abiertas a otras lenguas y culturas. Eso es un factor absolutamente positivo dentro del despertar cultural y del interés de los niños”.

En nuestro entorno, añade Lazarra, “la apuesta por el multilingüismo lógicamente incluye al euskera, una lengua de aquí, que ha de conservarse y perpetuarse entre nosotros, en convivencia con el castellano y también con el inglés, dado su interés funcional en el mundo actual”.

La directora de la Cátedra de Lengua y Cultura Vasca de la Universidad de Navarra explica que sus propios hijos estudian en un modelo de inmersión en euskera: “Ellos viven el bilingüismo euskera/castellano de una manera normal, y en poco tiempo podrán defenderse asimismo en un inglés cada vez más demandado en todas partes”.

Lezarra concluye asegurando que “la convivencia de lenguas es y debe ser siempre un elemento enriquecedor e integrador, que ayuda también a la convivencia de gentes y a la normalización de entornos caracterizados por la diversidad cultural. Está en nuestra mano impulsar esta idea desde la infancia, a través de una educación abierta al multilingüismo”.

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