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Peugeot 203. El renacer de una marca

El Peugeot 203 fue una de las grandes novedades del Salón del Automóvil de París de 1948.

El primer modelo de la marca del león posterior a la Segunda Guerra Mundial causó una gran sensación, convirtiéndose posteriormente en un icono de los años 50 en Francia. Pero sobre todo marca el renacimiento de Peugeot en los difíciles años de la postguerra.

Manuel Reyes

Si las guerras son trágicas, no menos trágicas resultan las secuelas derivadas de las mismas, perfectamente plasmadas en una sola palabra: destrucción. En un escenario de postguerra resulta bastante difícil y sobre todo duro para el ser humano volver a la normalidad en todas las facetas de la vida.

Los 70 años que cumple el Peugeot 203 en 2018 rememoran la gran apuesta que hizo la marca finalizada la Segunda Guerra Mundial, lanzar un nuevo modelo de gama media que permitiera recuperar tanto su reputación como su presencia en el mercado.

En un contexto en el que los fabricantes franceses se limitaban a retomar la producción de automóviles del periodo de la preguerra o canalizaban sus esfuerzos en coches pequeños para las clases populares rurales y urbanas, Peugeot confió su renacimiento a una berlina del segmento intermedio que fuera capaz de servir de base a una gama completa.

La presentación del Peugeot 203 en el Grand Palais fue uno de los grandes alicientes en el Salón del Automóvil de París de 1948. Su estética redondeada y su frontal cromado tomaron como referencia, como fuente de inspiración, las lujosas berlinas americanas de la época.

Un diseño basado en líneas clásicas a la par que elegantes, con una silueta de dos volúmenes en la que destacaban un atractivo frontal cromado, los dos faros redondos integrados en la carrocería y un capó rematado en punta que acogía al león rugiente.

Este gran desafío de Peugeot tanto en el área comercial como estilística se completó con una gran dosis de innovación en el terreno técnico. Para el 203 se fijaron como prioridades, el comportamiento en carretera, la seguridad y la eficacia en el frenado.

Peugeot 203

Los ingenieros de Peugeot desarrollaron un vehículo con estructura monocasco de tracción trasera al que acoplaron un nuevo motor de 1.293 cc, con culata de aluminio, que proporcionaba una potencia de 42 CV y permitía alcanzar una velocidad máxima de 120 km/h.

 

Unas prestaciones unidas a un agrado de conducción que, junto a una ejemplar fiabilidad,  fueron la clave de su éxito así como la base de una reputación que ha llegado hasta nuestros días.

Acoplada a este nuevo motor iba una caja de cambios de 4 velocidades, con la cuarta sobremultiplicada. Todo un anticipo de las actuales transmisiones de 5 y 6 velocidades.

Otra de las principales cualidades del Peugeot 203 fue su capacidad de transformación para adaptarse a cualquier tipo de utilización. Lanzado originalmente en versión berlina, con un acabado Luxe que ofrecía techo practicable, calefacción y sistema de desempañado, también se comercializó con otros tipo de carrocería.

En 1951 apareció el cabriolet, cuya tapicería de cuero estaba disponible en tres colores, el coupé (1952), el familiar, que estuvo en catálogo de 1948 a 1956, y la berlina descapotable. También cabe mencionar sus variantes comerciales: camioneta, furgoneta, furgón, ambulancia, pick-up, etc.

Esta polivalencia le permitió alcanzar una producción de 699.863 unidades desde que se iniciara su fabricación, en 1948, hasta finalizar la misma en 1960.

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