El único detalle no reglamentario fue el saludo del comisario Marcelino

Por qué la Policía utilizó a seis agentes para detener a Francisco Nicolás

Se montó un operativo especial porque se temía que se diera a la fuga: había que cerrar cualquier vía de escape. Asuntos Internos llevaba tiempo controlándolo

Francisco Nicolás relató su detención en Un Tiempo Nuevo.
Francisco Nicolás relató su detención en Un Tiempo Nuevo.

La detención de Francisco Nicolás ha sido uno de los aspectos más delicados y discutidos sobre el caso de joven impostor, gracias en parte a la versión de los hechos que ha facilitado el protagonista a El Mundo y Telecinco. Desde la Unidad de Asuntos Internos de la Policía Nacional se sale al paso de las insinuaciones: se cumplió escrupulosamente el protocolo.

Martes 14 de octubre. Nueve y media de la mañana. Francisco Nicolás acababa de salir de una reunión y se disponía a ir a la universidad cuando, en el cruce de la calle Zurbano con General Martínez Campos, fue interceptado por “un coche camuflado” del que salieron dos hombres. Sin mostrar la placa y “vestidos de paisano”, aseguraron ser policías y le exigieron que subiera al vehículo.

A continuación, ya dentro del coche, “el pequeño Nicolás” vio un segundo vehículo, también sin el logotipo de la Policía. Contó el número de ocupantes. Según su versión, y sumando a unos y otros, “había un total de seis agentes para detenerme”, un operativo que, bajo su punto de vista, fue claramente exagerado.

Este relato, contado por el propio joven en el diario El Mundo y en el programa ‘Un Tiempo Nuevo’ que emitió Telecinco, “se ajusta absolutamente a la realidad”, según confirman a El Confidencial Digital fuentes de toda solvencia integradas en la Unidad de Asuntos Internos de la Policía Nacional.

Sin embargo, hay discrepancias sobre algunas interpretaciones y lo que sucede a continuación, según el relato de los hechos que hizo el “pequeño Nicolás”.

Por qué se necesitaron seis agentes

Desde la Unidad de Asuntos Internos explican que, efectivamente, hubo media docena de agentes implicados en la detención de Francisco Nicolás. El tamaño del operativo respondió a “razones de proporcionalidad”, algo que puso en duda el propio joven en su intervención televisiva el pasado fin de semana.

Las fuentes consultadas explican que, en detenciones similares a la realizada el pasado 14 de octubre, con cuatro agentes “suele bastar”. No obstante, la edad del sospechoso –20 años- y el lugar donde se encontraba –una intersección de calles muy anchas, dentro de una zona muy transitada de Madrid- ponían en riesgo el éxito de la operación: existían muchas probabilidades de fuga.

Esto explica la utilización de un segundo coche para, llegado el caso, “intervenir y cerrarle todas las posibles vías de escape”.

En Asuntos Internos, se añade otro dato relevante: “todos querían participar en la detención del pequeño Nicolás”. ¿Por qué? Hacía tiempo que le seguían la pista “y nadie quería quedarse fuera de este éxito policial”. Esta circunstancia, añaden, pudo influir en el tamaño final del operativo. Aunque, insisten, “fue absolutamente proporcionado”.

Los agentes de Asuntos Internos siempre van de paisano

Las dudas iniciales de Francisco Nicolás sobre la identidad de las personas que le estaban deteniendo no se corresponde, según las fuentes consultadas, “con alguien que ha trabajado con el CNI”.

 

El joven aseguró en la televisión que algún momento temió haber sido capturado “por personas que no querían que hablara” y no por agentes de la Policía. Según Francisco Nicolás, “no me enseñaron la placa”, y sólo le comunicaron dentro del vehículo que eran de Asuntos Internos.

Desde la Policía Nacional recuerdan que, “de toda la vida”, los de Asuntos Internos van vestidos de paisano y no con el uniforme reglamentario. Algo que, supuestamente, “debía conocer Nicolás si efectivamente estaba habituado a trabajar con los servicios de Inteligencia”.

Siempre se leen los derechos dentro del coche

Otro de los aspectos que contó el “pequeño Nicolás” como algo “extraordinario” fue el hecho de que no fuera informado de sus derechos ni del motivo de la detención cuando era esposado, sino dentro del vehículo y rumbo a la comisaría de la Policía Nacional situada en la calle Rafael Calvo.

Según el relato de Fran Nicolás, “los agentes estaban confusos y no paraban de hacer llamadas”. No conoció el motivo de su detención, ha explicado, hasta minutos antes de llegar a las dependencias policiales.

Los agentes explican que, salvo en contadas ocasiones, “siempre informamos del motivo de la detención y de los derechos del detenido dentro del coche de Policía”. Esa forma de actuar se emplea “para favorecer la rapidez de la detención y reducir al máximo el riesgo de fuga o las agresiones a los agentes”.

Desde la Policía, añaden: “creer que se le iban a leer los derechos en el mismo momento de ser detenido, como en las películas, es un indicativo más de que no domina el ámbito de los Servicios de Información”.

El saludo del comisario, único desliz

En el relato realizado por Francisco Nicolás, el joven aseguró que, una vez conducido a los calabozos de la comisaría, el comisario jefe de Asuntos Internos, Marcelino Martín-Blas bajó a saludarle personalmente. Según su propio relato, el mando se encaró con él y le espetó:

-- “¡La que has liado!”.

Las fuentes consultadas por ECD reconocen que, efectivamente, existió ese saludo. Una decisión del comisario que puede considerarse fuera del protocolo. En este sentido, las fuentes hablan del “único desliz” de todo el operativo.

No obstante, añaden, “tampoco es tan extraño” que un comisario quiera conocer al detenido tras el éxito de una operación: “Si es el resultado de semanas de trabajo, es algo habitual que el comisario baje. Tampoco pasa nada”.

El falso “cautiverio” de Fran Nicolás

Sobre las 72 horas que pasó Francisco Nicolás en prisión, a las fuentes consultadas les ha llamado mucho la atención que el joven expusiera, en ‘Un Tiempo Nuevo’, que no se anotaron sus salidas de la celda, aunque salió en alguna ocasión al baño.

Desde la Policía Nacional confirman que, efectivamente, en el llamado “protocolo de custodia”, se establece que cada salida de la celda del detenido debe ser notificada. Sin embargo, añaden, solo se deja constancia de las salidas motivadas por el desarrollo de la investigación: la llamada al abogado, la llegada de éste, una petición de declaración del propio acusado...

El “pequeño Nicolás”, por contra, solo salió al aseo. Por eso “no estaba justificado escribir nada, ni se dejó de anotar para ocultar nada”.

En cuanto a la denuncia del joven de haberle obligado a pasar 72 horas “en cautiverio”, las fuentes policiales recuerdan que se estaba realizando una investigación que, de hecho, sigue abierta. “Estábamos en nuestro derecho de retenerlo todo ese tiempo, tal y como marca la Ley”.

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