Rajoy tenía decidido una superbajada de impuestos y Bruselas la frenó
Situar la presión fiscal al nivel que le dejó Zapatero en 2011 suponía otros 1.500 millones de ingresos menos: la Unión Europea se plantó
Dura negociación entre el Gobierno y la Comisión Europea para sacar adelante la reforma fiscal. Rajoy y Montoro habían decidido situar los impuestos al mismo nivel que los dejó Zapatero en 2011, es decir, revertir completamente la subida aprobada por el PP cuando llegó al poder. Pero las autoridades europeas han frenado esa intención.
El Gobierno de Mariano Rajoy aprobó nada más llegar a La Moncloa, en diciembre de 2011, una fuerte subida del IRPF y del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI). De ese modo, contradijo lo que aparecía en su propio programa electoral.
Había que cuadrar unas cuentas que, según explicó en aquel momento la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, eran mucho peores de lo que había descrito el Ejecutivo anterior.
Compromiso de revertir la subida de 2011
A principios de este 2014, el Gobierno se comprometió a dejar la presión fiscal al mismo nivel que la encontró cuando llegó al poder.
Concretamente, el ministro De Guindos aseguró en enero que la reforma fiscal revertiría para los contribuyentes toda la subida del IRPF aprobada en diciembre de 2011 y señaló como objetivo rebajar la fiscalidad del ahorro.
Propuesta de superbajada de impuestos
Fuentes del Gobierno consultadas por El Confidencial Digital revelan ahora que Cristóbal Montoro estaba trabajando precisamente en esa dirección.
Las directrices que le había dado el presidente eran claras: había que diseñar una superbajada de impuestos que permitiera al Ejecutivo vender, durante el próximo año electoral, que los tipos impositivos se situaban al final de la legislatura al mismo nivel que al principio.
Hay que reconciliarse con los votantes del PP, decepcionados con el incumplimiento del programa electoral en lo que se refiere al capítulo de impuestos.
Fuentes conocedoras de los planes del Gobierno explican a ECD que Rajoy y el ministro de Hacienda manejaban, hasta hace unas semanas, un borrador que incluía expresamente la disminución del IRPF para recuperar los tipos que se aplicaban cuando el PP ganó las generales y que incrementó entre un 0,75% y un 7%.
Dura negociación con la Comisión Europea
A pesar de que el vicepresidente económico de la Comisión Europea, Olli Rehn, ha afirmado que el Gobierno español no ha consultado a la Unión Europea todos los detalles de la reforma fiscal, lo cierto es que, según reconocen fuentes próximas a Hacienda, las conversaciones entre el Gobierno y las autoridades europeas han sido “intensas” en las dos últimas semanas.
De Guindos reveló al término del Consejo de Ministros del pasado viernes que la reforma “está hablada desde hace bastante tiempo con la Comisión Europea, y es perfectamente congruente y compatible con las recomendaciones” de Bruselas para España.
No dejar de ingresar 1.500 millones más
Las fuentes a las que ha tenido acceso este confidencial explican que la propuesta concreta de situar la presión fiscal al nivel que le dejó Zapatero en 2011 se encontró con el rechazo rotundo de Bruselas. Un borrador enviado por Moncloa a las altas instancias de la UE fue revisado minuciosamente hace dos semanas.
Aseguran que las directrices de la Comisión Europea fueron muy claras. España no podía dejar de recaudar otros 1.500 millones, sin presentar una alternativa para aumentar la recaudación.
La agresiva subida de impuestos que el PP aplicó cuando llegó al Gobierno significó un golpe para el bolsillo de los contribuyentes de más de 6.000 millones. Ahora, la rebaja que supondrá la reforma fiscal alcanzará aproximadamente los 4.500.
Esos 1.500 millones restantes, añaden, son los que Bruselas ha prohibido ahora dejar de recaudar a Hacienda para no poner en peligro el cumplimiento del objetivo de déficit, en contra del criterio inicial de Rajoy y Montoro.
