Seguridad extrema en los desplazamientos de vehículos y militares españoles en Líbano tras el aumento de incidentes en el país
Aunque las tropas españolas que pertenecen a la fuerza multinacional de la ONU no están desplegadas en Beirut han tenido que reforzar sus precauciones por el cariz de los últimos acontecimientos: el asesinato del ministro Gemayel y las protestas en las calles de Beirut contra el gobierno.
Nunca han bajado la guardia, pero desde hace días aún tienen los ojos más abiertos si cabe. Los militares españoles que están desplegados en varios puntos del sur de Líbano han ido reforzando sus medidas de seguridad a medida que los acontecimientos que se producen en el país toman un cariz cada vez más delicado.
Ya el ministro de Defensa José Antonio Alonso dijo que la seguridad se reforzaría tras el asesinato, hace casi un mes, del ministro de industria libanés, Pierre Gemayel. Esa seguridad se ha incrementado, según fuentes militares consultadas por El Confidencial Digital, en los desplazamientos que se hacen desde Taibé y Marjayoún a la capital.
Precisamente es en Beirut donde en las últimas semanas han aumentado los incidentes por las protestas contra el gobierno. A pocos metros de la sede del Ejecutivo se registraban los primeros enfrentamientos entre miembros del gabinete del primer ministro Fuad Siniora y simpatizantes del grupo chií Amal. Miembros de Hezbolá también han acampado en las calles de Beirut donde han tenido lugar los enfrentamientos.
Aunque la zona de operaciones de las tropas españolas no está en la capital son numerosos los desplazamientos que tienen que hacer hasta allí. Por esta razón han reforzado esas medidas de seguridad haciendo hincapié en los movimientos de vehículos y personas en esos desplazamientos.
El valle donde se ubican las dos bases españolas, al sur del país es un feudo chií, un muestrario de símbolos en honor a Hezbolá. De hecho esta zona es el lugar principal desde el cual las milicias chiíes disparaban sus cohetes hacia territorio israelí. Un paraje considerado por Israel como “zona estratégica”.
La Línea Azul vigilada por España en el marco de la operación Libre Hidalgo cuenta con unas 40 patrullas diarias que apenas si han sufrido ataques aunque el desplazamiento de terroristas de Hezbolá desde la capital hacia el sur hace pensar que la situación puede empeorar para las bases españolas de Isla de León y Miguel de Cervantes.
