Termina el ‘culebrón’ de la piscina militar de Ferrol. La Defensora del Pueblo garantiza que no habrá una calle reservada a almirantes, capitanes de Navío y coroneles

En dichas instalaciones podía leerse un cartel en el que la dirección informaba que cuando se presente un alto oficial en la piscina –almirantes, capitanes de navío y coroneles-, quienes estuviesen nadando en la calle uno deberían abandonar de inmediato esa calle. En caso de que el usuario se niegue a acatar esta instrucción, el socorrista de la piscina deberá expulsar al ‘rebelde’ del recinto. Esa normativa estaba en vigor desde los años sesenta.

Tras las protestas de algunos suboficiales, sobre todo las del sargento primero Francisco Maceira, el caso llegó incluso al Congreso de los Diputados, donde el parlamentario del BNG Francisco Jorquera cuestionó al Gobierno sobre la peculiar normativa de este centro deportivo militar.

La ministra de Defensa, Carme Chacón, respondió que a su departamento no le constaba que existiera dicha reserva para altos oficiales. Sin embargo, la nueva dirección del centro reafirmó la normativa.

Tras las demandas de la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME), el caso llegó a manos de María Luisa Cava de Llano y Carrió, Defensora del Pueblo. Tras analizar los expedientes, el organismo público ha emitido un reciente informe en el que se confirma que la calle 1 no está reservada a ningún rango militar.

Sin embargo, sí recuerda que esa misma calle queda reservada a “militares en activo o en reserva con destino, cuya preparación física es el motivo de la instalación”, especificando que “sin reserva de ningún tipo por el hecho de ostentar determinado empleo o grado”.

Si quiere conocer el contenido íntegro de la carta de la Defensora del Pueblo, puede consultar una copia pinchando aquí.