Viaje de urgencia de Ana Pastor a Arabia Saudí para ‘salvar’ el macroproyecto español del AVE Medina-La Meca
España se defiende: El proyecto acumula ya más de dos años de retraso por culpa de los fallos técnicos del consorcio chino encargado de los trabajos previos
A la ministra de Fomento se le amontonan los problemas. Las diferencias en el seno del consorcio que construye el AVE Medina-La Meca ponen en peligro el contrato de 6.700 millones adjudicado a España. El Gobierno planea un desplazamiento de varios altos cargos para tranquilizar a las autoridades saudíes sobre el desarrollo del proyecto.
Según ha sabido El Confidencial Digital de fuentes del Gobierno, Ana Pastor busca ya fecha para realizar un viaje sobre el terreno a las obras del AVE Medina-La Meca en Arabia Saudí.
El desplazamiento todavía no está cerrado, pero previsiblemente se realizará en las próximas semanas. Tampoco se descarta que Pastor vaya acompañada también a la zona por más miembros del Ejecutivo.
Fuentes de Fomento matizan que este viaje ya estaba previsto antes de conocerse los últimos acontecimientos de Sacyr en Panamá. La invitación para visitar la obra se cursó hace varios meses, pero por cuestiones de agenda no se ha podido producir hasta ahora. Explican que se trata de una visita rutinaria.
Después de la negociación en Panamá
La intermediación se produce tras su papel protagonista para alcanzar un principio de acuerdo entre Sacyr y Panamá.
Según las fuentes consultadas, la ministra de Fomento no está dispuesta a que los desencuentros entre las empresas que forman el consorcio que está construyendo el AVE Medina-La Meca puedan desembocar en una crisis similar a la del canal de Panamá.
Retrasos y sobrecostes imprevistos
Altos cargos que conocen el proyecto saudí sobre el terreno, a los que ha tenido acceso El Confidencial Digital, calculan que las obras acumulan ya alrededor de dos años de retraso.
Pero los contratiempos no terminan ahí. La participación de las constructoras españolas aun no se ha hecho efectiva porque el encargado de llevar a cabo la primera fase es el consorcio encabezado por China Railway Construction.
Por ello, las empresas españolas, con la intermediación del Gobierno, persiguen tranquilizar a las autoridades saudíes y responsabilizan al consorcio encargado de la primera fase del proyecto de no prever los fallos técnicos, que a larga podrían generar sobrecostes y desviaciones en el presupuesto inicial.
En riesgo la adjudicación de concursos
En el Gobierno, tal y cómo se contó en este confidencial, se teme que el episodio de Sacyr en Panamá pueda perjudicar a los contratos que hay ahora en liza en Brasil y Rusia para las constructoras nacionales.
Y explica, por tanto, que Moncloa siga también muy de cerca el desarrollo de los conflictos dentro del consorcio del AVE en Arabia Saudí y se movilice para intentar encauzar la situación antes de que las desavenencias puedan llegar a mayores.
De ahí que, según las fuentes diplomáticas consultadas, se continúen transmitiendo mensajes tranquilizadores desde Fomento y Exteriores hacia las autoridades rusas y brasileñas para evitar cualquier perjuicio en el resto de procesos en los que las constructoras españolas se juegan importantes contratos en los próximos meses.
Destacan, sobre todo, la construcción del AVE Rio-Sao Paulo y el trazado Moscú-San Petersburgo.
Los contratos en juego para España
Renfe y Talgo lideran el consorcio español, que integran también otras empresas como Adif, Cobra (ACS), Abengoa, Indra, Thales, Bombardier, para pujar por el que es uno de los mayores proyectos de alta velocidad ferroviaria que hay planteados ahora en el mundo.
Se trata del AVE brasileño que unirá los casi 600 kilómetros que separan las dos principales ciudades del país, São Paulo y Río de Janeiro, con una inversión cercana a los 15.000 millones de euros.
Otro de los grandes proyectos a los que optan las empresas españoles es el AVE Moscú-San Petersburgo. Un trazado de 650 kilómetros con un presupuesto de 18.000 millones.
