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Volkswagen I.D. R Pikes Peak. Alto voltaje en la cumbre

Con el Volkswagen I.D. R Pikes Peak, la marca alemana pretende hacerse con el cetro en la categoría de prototipos eléctricos en la carrera de montaña más famosa del mundo, la Pikes Peak International Hill Climb.

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Volkswagen I.D. Pikes Peak

Tratará de pulverizar el anterior récord para prototipos eléctricos, conseguido en la edición de 2016, que está en 8:57.118 minutos. Para conseguir este ambicioso objetivo, el I.D. R Pikes Peak tendrá que rodar a una velocidad media de 134 km/h. Va propulsado por dos motores eléctricos que desarrollan una potencia conjunta de 680 CV y cuenta con tracción total


Manuel Reyes

El próximo 24 de junio se celebrará la 96 edición de la Pikes Peak International Hill Climb, y Volkswagen ya tiene listo su vehículo para alzarse con el nuevo récord para la categoría eléctrica. El anterior récord, establecido en 8:57.118 minutos, data de la edición 2016, la primera vez que un eléctrico conseguía rebajar la barrera de los 9 minutos.

Pero dentro del palmarés de los prototipos electrificados también cabe mencionar una victoria absoluta en la edición de 2015, con un tiempo de 9:07.222. A tenor de estos resultados se deduce que los voltios tienen mucho presente y, sobre todo, futuro en la subida al Pikes Peak.

Sin embargo a nadie se le escapa que en la hoja de ruta de los equipos participantes que aspiran a la victoria absoluta figura, además, pulverizar el tiempo obtenido por Sébastien Loeb en 2013 a bordo de un Peugeot 208 T16, que sigue ostentando el récord absoluto de la mítica prueba  (8:13.878 minutos).

Con el claro objetivo der batir el récord para coches eléctricos de competición, Volkswagen no ha escatimado esfuerzos a la hora de desarrollar su espectacular Volkswagen I.D. R Pikes Peak.

Bajo su impactante envuelta se encuentra tecnología de primera aplicada en todas las áreas: aerodinámica, materiales, chasis, propulsión, etc. El I.D. R Pikes Peak va propulsado por dos motores eléctricos que desarrollan una potencia conjunta de 680 CV y un par máximo de 650 Nm, que pasan al asfalto mediante un sistema de tracción integral.

Estas cifras le permiten unas prestaciones de auténtico infarto, pues acelera de 0 a 100 km/h en 2,25 s, más rápido que un Fórmula 1 y un Fórmula E, mientras la velocidad máxima es de 240 km/h. Las baterías de litio son muy compactas, van situadas a los lados y debajo del piloto, asegurando una perfecta distribución del peso. Un peso muy ligero para un eléctrico, menos de 1.100 kg con el piloto incluido.

En su desarrollo se ha priorizado el compromiso prestaciones/peso. Cuanta más potencia se demande mayor será el peso de las baterías, sin embargo la ligereza se impone claramente en un ascenso a una montaña. Un coche pesado estaría en franca desventaja a la hora de frenar y al acelerar para salir de las curvas.

Al final la solución al dilema pasa por obtener la mayor ligereza posible, pero manteniendo un alto nivel de rendimiento dentro de una normativa que prácticamente ofrece una libertad ilimitada en la categoría Unlimited.

 

También hay que considerar que los objetivos no son los mismos para un prototipo de competición, que requiere la mayor entrega de potencia posible, en relación con un coche eléctrico de calle, de producción, cuya prioridad es obtener la máxima autonomía.

Alrededor de un 20% de la energía eléctrica requerida por el Volkswagen I.D. R Pikes Peak se genera durante el recorrido a la cima de 20 km. La clave es la recuperación de la energía: al frenar, los motores eléctricos se transforman en generadores que convierten parte de la energía de la frenada en electricidad, que es trasferida a las baterías.

Durante el recorrido se alcanza una velocidad máxima de 240 km/h. Teóricamente podría ir más rápido, pero los esfuerzos se han centrado en conseguir elevadas velocidades de paso por curva, además de brutales aceleraciones, teniendo en cuenta que para batir el récord propuesto es necesario mantener una  media de 134 km/h.

El chasis y los elementos aerodinámicos están confeccionados en un compuesto de fibra de carbono y Kevlar para asegurar la máxima rigidez al conjunto a la par que una gran ligereza. La aerodinámica también ha jugado un papel fundamental en el proyecto, pues permite al vehículo  lograr una carga aerodinámica máxima, mayor que su propio peso, durante la subida.

El sobredimensionado alerón trasero es necesario porque a la altitud en la que transcurre la prueba, el aire es un 35% menos denso, perdiéndose un 35% de carga aerodinámica en comparación con un circuito situado al nivel del mar. Este enorme alerón permite compensar una parte de la mencionada pérdida de carga aerodinámica. 

Pero hay otra consecuencia derivada del llamado mal de altura que no afecta a los coches eléctricos, solamente a los propulsados por motor de combustión. La baja concentración de oxigeno a grandes altitudes implica que pierdan cerca de un 30% de su rendimiento cuando la salida está a 2.862 m de altura en vez de al nivel del mar.

En Volkswagen siempre fueron conscientes que una excepcional montura, como es el I.D. R Pikes Peak, necesitaba un experimentado jinete, un piloto de gran solvencia. Cualidades que encontraron en el francés Romain Dumas, de 40 años. Dumas será el encargado de llevar el Volkswagen  I.D. R Pikes Peak a la meta el próximo 24 de junio, tratando de cumplir con los objetivos marcados, además de procurar que entre en la historia de la mítica subida por la puerta grande.

Cuenta con una gran experiencia a sus espaldas y un envidiable palmarés: 2 veces ganador en las 24 Horas de Le Mans y 3 veces ganador en Pikes Peak (en 2014, 2016 y 2017). Aspira a conseguir su cuarta victoria en Pikes Peak, que sería la tercera consecutiva.

Para los aficionados a la competición automovilística, el pico Pikes se ha convertido en un lugar de culto por albergar la carrera de montaña más conocida en todo el mundo, la subida al Pikes Peak. Este famoso pico de 4.302 m de altitud forma parte de una de las cordilleras de las Montañas Rocosas, en el estado de Colorado (EE.UU).

La conocida popularmente como  “carrera hacia las nubes” se celebró por primera vez en 1916, discurriendo por una carretera completamente asfaltada desde la edición de 2012, pues anteriormente era un camino de gravilla. Con más de 100 años de existencia, cuenta con un recorrido de 20 km de longitud que incluye un total de 156 curvas.

Tiene la salida situada a 2.862 m sobre el nivel del mar, mientras la llegada se encuentra nada menos que a 4.302 m de altitud, lo que implica un vertiginoso desnivel vertical de 1.440 m. Dentro de las categorías que alberga la competición destaca la Unlimited, en la que se inscribe el Volkswagen I.D. R Pikes Peak. Introducida en 1981, ofrece una libertad prácticamente ilimitada a la hora de desarrollar los vehículos, que da como resultado espectaculares prototipos con más de 1.000 CV.


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