Zapatero y el PSOE dan barra libre para abortar

Paso a paso, sin desviarse un milímetro de su “hoja de ruta” laicista, el Gobierno de Zapatero ya ha anunciado oficialmente, -a través de esa ministra “florero” que sufrimos y pagamos todos los contribuyentes, que es Bibiana Aido- la reforma de la actual ley del aborto que consagrará en la práctica el aborto libre en nuestro País y que permitirá que las chicas de 16 años no necesiten de la autorización paterna para abortar.

De esta manera, España tendrá la legislación abortista más permisiva de toda Europa, algo que seguro le llenará de orgullo al Presidente del Gobierno siempre tan preocupado porque nuestro País ocupe un lugar destacado en el concierto internacional. En la legislación del aborto, los primeros, los más “avanzados”; en la destrucción de empleo, también los primeros con una cifra record: 5.000 nuevos parados al día.

Al final, la conjunción del radicalismo laicista con que el PSOE ha afrontado desde el frente legislativo todas las cuestiones referidas a la familia o al derecho la vida, junto a la presión ejercida por los grupos feministas y el lobby abortista han decidido llevar a cabo esta reforma que establece barra libre para abortar en nuestro País, aunque de hecho no existiera en los últimos años ninguna traba para aquellas mujeres que quisieran hacerlo.

El Gobierno y quienes apoyan el aborto intentan vender  esta reforma de la ley como un derecho de la mujer. Es verdad que al menos ya nos hemos liberado de aquel lema tan casposo de hace unos años que decía “nosotras parimos, nosotras decidimos”. Aunque no se si es peor lo de la citada ministra Aido que,  en una profunda aportación al pensamiento moderno, a la racionalidad y al sentido común, ha dicho que lo mismo que las chicas de 16 años pueden casarse, deben poder abortar. Y se queda tan pancha.

Los partidarios del aborto, muy probablemente por la mala conciencia que tienen al ser conscientes que cada aborto que se practica es una vida humana a la que se la priva del derecho a vivir, hablan con un cierto tono compungido del fracaso que supone la práctica abortiva. Pero no van más allá. No son consecuentes con ese juicio. Si se admite que el aborto es en si un fracaso, no parece lógico que la solución sea más aborto, salvo que sea una postura absolutamente farisaica. Y, sobre todo, donde se nota que su planteamiento está impregnado de cinismo es que nunca hablan de los derechos del  no nacido, que es persona humana y un ser indefenso al que se le priva del derecho a la vida.

Una sociedad que permite y se acomoda a este tipo de situaciones, que no se rebela contra la brutalidad que supone privar de la vida cada año a 112.000 criaturas indefensas, es que es una sociedad que aparte de demostrar un gran egoísmo, está muy enferma. Bastaría contemplar y ver cuantas veces hicieran falta las imágenes de los fetos triturados en los cubos de basura en las clínicas abortistas de Madrid y Barcelona que se pudieron ver hacer unos meses para que uno llegara a la conclusión que no se puede permanecer impasible ante esta situación.

Lo progresista es defender la vida, no el aborto; lo progresista es ayudar a las mujeres que quieren abortar a que se replanteen esa decisión que en caso de consumarse les va a ocasionar un verdadero trauma. Lo progresista es aplicar políticas que fomenten la natalidad y ayuden a las familias que quieran tener hijos. Eso es lo progresista. Lo fácil, lo retrógrado, lo brutal es lo que este Gobierno acaba de anunciar: barra libre para abortar.   

 
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato