¡De acuerdo! Intelecto y Emoción son necesarios. Pero, para cuándo el Coraje

Sexta entrega (de las seis anunciadas) sobre: En busca del Compromiso Perdido

¡Comprométete!

¿Cuántas veces, y en colectiva reunión,  te has retraído en manifestar  opinión por temor a quedar señalado? ¿Qué utilidad determina conocer o tener derecho a… cuando no se es capaz de reunir coraje suficiente en la debida reivindicación o exigencia?

El itinerario formativo -incluido el directivo-, discurriendo habitual por los senderos de lo puramente cognitivo ha relegado a un segundo plano a los aspectos emocionales de la conducta.

La emoción, tratada desde el solo intelecto, nos sitúa en un mundo de fantasía, en el que  el dolor, la desazón, el sudor, y la amargura de determinados momentos, no existen. El desafío así tratado, entendiéndose no se vive (ni resuelve) y, en lógica derivada, no se interioriza en su justa medida.

Como consecuencia, cuando la envidia, el egoísmo, el narcisismo, el maquiavelismo y demás mediocridades de la naturaleza humana, asoman por los laberintos de las relaciones sociales, es cuando el carácter, en forma de coraje y arrestos suficientes, debe y tiene que hacer acto de presencia.

No basta con saber, con tener criterio adecuado; no basta con ser capaz de interpretar situaciones y estados de ánimo en la empatía de ajenos desencuentros y alegrías; con poseer una conciencia política que adivinando las sutiles, por opacas, relaciones del grupo, todo lo interpreta y acierta; además, se requiere, como hecho incuestionable, del carácter que hace posible emplearse con la debida asertividad y diligencia.

Comprometerse -hacerse justicia en lo que se es capaz de alcanzar-, con las particulares potencialidades, requiere de desarrollos adecuados en lo intelectual, en lo emocional, en el coraje y determinación que lo hacen posible, así como  en la ética que todo lo debiera referenciar. 

El compromiso así definido se mostraría necesitado de cuatro coordenadas: la del intelecto, la de la emoción, la del coraje, y la de la ética

 

Entender, sentir, y lidiar con la adversidad a través de una acción que deba rendir vasallaje a la ética, se presentaría como un ejercicio de lo más exigente.

La ética guía, el coraje determina, el conocimiento (racional y emocional) faculta.

Quien busca la objetividad se compromete con la verdad. ¡Comprométete con ella!

Santiago Ávila

Socio Director de Executives On Go.

Autor de “La gestión emocional y “Aprendiendo a liderar de la Editorial Pearson


Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato