¿Cómo afrontaría hoy España la invasión de Perejil por Marruecos?

Hace ahora 16 años, España y Marruecos vivieron la situación militar más tensa entre ambos países desde la ‘Marcha Verde’. La llamada ‘Operación Romeo Sierra’, por la que infantes de Marina desalojaron a un grupo de militares marroquíes que habían tomado el islote. Ahora, los expertos lo consideran un ejemplo de ‘guerra híbrida’ y destacan que, de producirse de nuevo en la actualidad, su resolución sería mucho más compleja.

La guerra híbrida, un concepto tan en boga desde la invasión rusa de Crimea en 2014 y la posterior guerra entre milicias pro rusas y pro ucranianas, se puede definir de forma sencilla como un estado en el que ni hay guerra ni hay paz.

Una situación muy diferente a la guerra clásica -entre dos o más Estados bien delimitados- o a la ‘guerra asimétrica’ -fuerza militar contra fuerza insurgente-. El concepto de guerra híbrida se ha aplicado abiertamente a la táctica que emplea Rusia en sus fronteras y contra sus ‘enemigos’ no declarados, que incluye acciones a pequeña escala, ciberguerra y un amplio despliegue de desinformación y propaganda.

España tiene en su historia un claro ejemplo de ‘guerra híbrida’: la toma por parte de Marruecos del islote de Perejil. Al menos así lo entiende el profesor de la Universidad de Granada Javier Jordán en un estudio publicado por la Revista General de Marina que edita la Armada española.

Jordán analiza todo lo que ocurrió durante aquellos días. Un incidente entre España y Marruecos del que se acaban de cumplir dieciséis años hace unos días. Hace referencia, por ejemplo, a la ‘táctica salami’: pequeños golpes o acciones que no requieren a priori una respuesta contundente pero que en la suma acaban por debilitar a un oponente.

En la práctica, la acción planificada por Rabat buscaba “poner a prueba la determinación española para defender los territorios del Norte de África”.

Cómo sería la respuesta hoy

Una de las partes más interesantes del estudio hace referencia a cómo se desarrollaría el conflicto de Perejil hoy en día. Los cambios sociales, políticos y militares en ambos países hacen prever que sería mucho más complejo resolver una situación semejante.

Las Fuerzas Armadas marroquíes no son las mismas que las de hace 16 años. En la última década, tal y como concuerdan todos los expertos, la potencia bélica marroquí se ha multiplicado mediante un proceso de renovación y modernización de medios y armamento, así como con un ambicioso programa de adquisiciones.

En aquel 2002, la superioridad naval de España sobre Marruecos era total. Hoy en día, las fuerzas se han equilibrado -aunque a priori la Armada sigue por delante-. Habría que analizar, por ejemplo, que papel hubieran jugado en la crisis la nueva fragata multimisión clase FREMM y las tres corbetas SIGMA. Este proceso de conversión de una armada de patrulla a una armada oceánica queda patente en este análisis del portal Defensa.com.

Por otro lado, cabe analizar la dimensión social y mediática que tendría un acontecimiento como el Perejil hoy en día. Según recuerda Jordán, actualmente los procesos de creación de opinión pública son mucho más complejos por la aparición en escena de las redes sociales: YouTube, Twitter, Facebook...

“Eso afectaría sin duda al diseño de la estrategia híbrida y también condicionaría la respuesta. Si hoy se repitiera el mismo hecho, la opinión publicada de los medios de comunicación españoles conviviría con la construcción de corrientes de opinión en las redes sociales (...) el rol desempeñado por las redes sociales en la crisis de Cataluña constituye un depósito interesante de ideas y de experiencias para hacer analogías.

El satélite PAZ

Hay un aspecto técnico al que no se hace referencia en el estudio, pero que los expertos ya han señalado como clave para la futura operatividad de las Fuerzas Armadas en crisis semejantes a Perejil: la entrada en servicio del satélite PAZ.

Cabe recordar que durante aquellos días de 2002, España debía recurrir a satélites de observación de países aliados. Con esta tecnología podía hacer un seguimiento en tiempo casi real de los movimientos militares de Marruecos en la zona. En aquella ocasión se solicitó ayuda a Francia, aunque el gobierno galo respondió que sus satélites no estaban operativos en ese momento. Hoy, el PAZ sería clave ante una crisis así.