José Apezarena

Aunque algunos se empeñen en mantenerlo vivo, en realidad ya no queda franquismo

Simpatizantes de Franco ante el panteón de Mingorrubio.
Simpatizantes de Franco ante el panteón de Mingorrubio.

Confieso que ni me di cuenta de la fecha, el 20-N, es decir, del aniversario de la muerte de Franco. Como otros años, pasó inadvertida. Solo al día siguiente me enteré, cuando leí las informaciones sobre la 'celebración' de ese aniversario.

Por lo que he visto y escuchado, se redujo a una veintena de misas, encargadas en otras tantas poblaciones repartidas por toda España (no hubo ni siquiera una por provincia), y con asistencia muy reducida. Intentando un rápido cálculo, no sé si en total llegarían a mil o dos mil los participantes.

¿Que a dónde quiero ir? A lo que digo en el título de este blog: que en realidad no queda franquismo como tal.

Nos encontramos ante un fantasma, una figuración que esgrimen y manejan algunos grupos, quizá porque, a falta de otros programas más realistas y factibles, 'necesitan' tener un motivo, un enemigo, para seguir explicando su propia existencia.

En no pocos casos, se trata de los que se vieron vencidos en la guerra civil, que se niegan a olvidar. Aunque, de ellos, de los perdedores, no debe de quedar ya nadie. Y quienes ahora mantienen la antorcha encendida no son ni siquiera los hijos. Son los nietos e incluso bisnietos.

Ciertamente, el grito "franquista" se ha convertido en un adjetivo calificativo utilizado con alguna frecuencia, pero en realidad ya no se sabe qué quiere decir.

Porque, insisto, el franquismo, o sea, los partidarios y seguidores de Franco, apenas existen. Nadie, o casi nadie, recuerda al dictador.

¿Que pervive el Valle de los Caídos, y que allí se encontraba su tumba? Por supuesto. Pero se trata del último resto.

Porque, volviendo al franquismo, ¿cuántos cientos de miles de partidarios se movilizaron para impedir la salida de sus restos mortales del Valle?

 

Más aún. El 20 de noviembre se conmemoró, como digo, el aniversario de la muerte del dictador, ahora depositado en el mausoleo de Mingorrubio. ¿Cuántos miles de personas acudieron ese día a homenajearle? No llegaron a un par de docenas.

Franco se hizo con el poder hace más de ochenta años. Murió hace 44 años. ¿Qué quiere decir? Que, afortunadamente, cada vez queda menos gente que vivió los tiempos del franquismo. Y son muchos menos aún los que pueden sentir una nostalgia de aquello. Así que...

Ni siquiera los falangistas, los pocos que quedan, son franquistas. En realidad nunca lo fueron porque, atendiendo a la historia, quien eliminó la Falange fue precisamente Franco, con aquel invento del Movimiento Nacional.

Aparte de algún acto nostálgico, incluso en Europa, Franco solo subsiste en las mentes de unos cuantos grupos de izquierda. Y, por lo mismo, apenas existe el antifranquismo como tal, como sentimiento generalizado.

¿Una prueba más? Pedro Sánchez creyó que la "operación Franco", la aparatosa salida de sus restos desde el Valle de los Caídos, o sea, la apelación al antifranquismo, iba a proporcionarle sustanciosos réditos electorales el 10 de noviembre. ¿Y cuál ha sido el veredicto de las urnas? Que no solamente no ha mejorado posiciones, sino que hasta ha perdido un diputado. Mal negocio, pues.

editor@elconfidencialdigital.com

En Twitter @JoseApezarena

 

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