Así ‘engañan’ las inmobiliarias a los okupas: encienden luces, mueven persianas y dan direcciones falsas

Las inmobiliarias toman medidas frente al problema de la ocupación de viviendas de forma ilegal. Un fenómeno que va en aumento en los últimos años y que ha obligado al sector a poner en marcha varias estrategias para evitar que los okupas localicen sus pisos vacíos y entren en ellos por la fuerza.

Las estadísticas oficiales del Ministerio del Interior confirman que, entre los meses de enero y junio de 2020, se registraron un total de 7.540 denuncias de propietarios por la ocupación ilegal de sus viviendas, lo que equivale a 40 al día en España.

Cataluña lidera el ranking de comunidades autónomas donde se producen más intrusiones ilegales: 600 al mes, 20 al día desde enero a junio de este año.

Según ha podido confirmar Confidencial Digital por fuentes del sector, las inmobiliarias han decidido tomar medidas excepcionales en las propias viviendas de su catálogo, sobre todo en zonas de las grandes ciudades donde han identificado que existe un “verdadero riesgo de ocupación”.

Así las cosas, la instrucción que se ha trasladado a los comerciales es que visiten de forma regular esos inmuebles y que realicen algunas acciones como abrir las ventanas, subir y bajar las persianas o encender las luces. Unos gestos que den la apariencia de que la casa tiene inquilinos para, de ese modo, ahuyentar a los okupas.

Dan direcciones falsas

Otra de las normas que han establecido a la hora de enseñar pisos en zonas que sufren ocupaciones reiteradas es citar al interesado en un portal cercano al que se ubica realmente el inmueble para, en función del perfil, no mostrárselo alegando alguna justificación como que, por ejemplo, la vivienda acaba de ser reservada.

En varias inmobiliarias de Madrid explican a ECD que el okupa que más preocupa es el organizado, el que está pendiente de que un piso quede vacío para hacerlo objeto de allanamiento.

También inquieta el perfil del okupa que conoce cuándo se produce un alzamiento judicial o lleva el control de las propiedades en manos de bancos, más lentos a la hora de reaccionar ante una ocupación.

Colocar alarmas discretas

Fuentes del sector explican que la colocación de alarmas, prácticamente imperceptibles, en las viviendas constituye otra de las medidas para evitar a los okupas.

Explican que, si se detecta inmediatamente su entrada en una vivienda, y se actúa en un plazo máximo de dos horas, el proceso de desalojó resulta relativamente sencillo con ayuda de la Policía.

En cambio, si el okupa ha tenido tiempo de cambiar la cerradura, instalarse y comenzar a vivir, entonces es el juez quien tiene la última palabra, lo que demora el proceso varios meses.

Reconocen que en esos casos tienen que asumir la desesperación de algunos propietarios, y destacan que, al final, ante determinadas ocupaciones, las principales víctimas son los vecinos de esos inmuebles, que sufren las consecuencias de tener vecinos conflictivos, o delincuentes que acceden a viviendas vacías para resguardarse.

Aumentan las ocupaciones en verano

Es precisamente durante el verano cuando más ocupaciones ilegales de viviendas se producen, aprovechando las vacaciones tanto de propietarios como de inquilinos.

Los okupas renuevan sus técnicas periódicamente, y ahora están utilizando la de la silicona invisible para entrar en las viviendas.

Consiste en pegar un hilo de silicona invisible, tanto en la puerta como en el marco. Se trata de una forma de ‘marcar’ las casas. De esta manera, vuelven pasados unos días para comprobar si hay alguien en ellas. Si al regresar el hilo está roto, significa que hay alguien en la vivienda. De lo contrario, se aseguran que no hay nadie, y entran.

Hay otras muchas artimañas que utilizan los okupas para detectar si los inmuebles están habitadas, como cortar las llaves de paso de agua.

Por ello, la Organización de Consumidores y Usuarios también ha recomendado estos días mejorar la seguridad en el hogar antes de irse de vacaciones: puerta acorazada, alarma, persianas de seguridad…