Aviso al Gobierno: la caída en ventas de los coches diésel dispara la contaminación

Los concesionarios le han advertido de que el trasvase masivo hacia la gasolina y el envejecimiento del parque automovilístico están aumentando las emisiones de CO2

Atasco en una autovía.
Atasco en una autovía.

Campaña de los concesionarios para asustar al Gobierno. Le han advertido de que el desplome en ventas de los coches diésel está aumentando las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera. Una circunstancia que, destacan, provoca justamente el efecto contrario que persigue el Ejecutivo con la anunciada prohibición de vender estos vehículos.

El Gobierno ha puesto en el punto de mira a los automóviles que más gases de efecto invernadero emiten a la atmósfera y que también son responsables, en gran medida, de los problemas de contaminación urbana.

La última propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica ha sido prohibir a partir de 2040 vender coches y vehículos comerciales de gasolina, diésel, híbridos y gas natural en España, al igual que han planteado países como Reino Unido y Francia.

Ha anunciado que incluirá esta medida en la futura ley de cambio climático y transición ecológica, que debe ayudar al país a cumplir con sus compromisos internacionales contra el calentamiento global

La caída en ventas de coches diésel alcanza el 40%

En este contexto, según ha  podido saber Confidencial Digital por fuentes del sector, los concesionarios han informado al Gobierno de que el gasóleo es ya el combustible menos demandado por los nuevos conductores.

El diésel ha recibido, en los últimos meses, numerosos golpes que amenazan a la continuidad de sus vehículos. Las medidas presupuestarias y las restricciones de circulación en las grandes ciudades, como Madrid o Barcelona, han hecho del gasoil un carburante despreciado por los consumidores.

En septiembre de 2017, se matricularon en España 41.713 turismos de gasóleo. Un dato que choca con el de este mismo mes en 2018: 25.555 matrículas. Una caída que roza el 40%, tal y como confirman en la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac).

Más contaminación a pesar de haber menos diésel

Como efecto de ese desplome, según los datos de la patronal de concesionarios (Faconauto) remitidos al Gobierno, el trasvase masivo de los compradores hacia la gasolina, y no justamente hacia el coche eléctrico, unido al envejecimiento del parque automovilístico, está disparando la contaminación, que es la principal razón que aduce el Gobierno para acabar con estos vehículos.

Fuentes del sector consultadas por ECD explican que los concesionarios han alertado al Ministerio de Transición Ecológica de esta situación. Según sus cálculos, la media de emisiones de CO2 hasta septiembre ha aumentado, alcanzando los 117 gramos por kilómetro recorrido, lo que supone un crecimiento del 1,8% respecto a la cifra del mismo periodo del año pasado.

 

De esta manera, aseguran, se acentúa la tendencia negativa que experimentó dicha estadística durante 2017, cuando se incrementó por primera vez en diez años.

Un parque automovilístico que envejece y no se renueva

Los concesionarios también han trasladado al Gobierno otros factores que, a su juicio, están provocando el aumento de la contaminación. Uno de los más importantes es el envejecimiento del parque automovilístico español.

En los últimos 10 años, la edad media del parque automovilístico español ha sufrido un alza del 45,5%, pasando a una media de 12,21 años al cierre del año pasado, en comparación con los 8,39 años de media registrado en 2008, según datos del Informe Anual de Anfac.

Los diésel emiten un 20% menos de CO2 que los de gasolina

En cuanto a la degradación de la capa de ozono y, por tanto, el aumento del denominado ‘efecto invernadero’, que genera el calentamiento global, los concesionarios destacan que las emisiones de CO2 de un motor gasolina son superiores a las de un vehículo diésel. Una regla que depende, no obstante, del fabricante y del combustible utilizado.

Sus cálculos estiman que un coche de gasolina emite al menos un 20 o un 25% más de CO2 que su equivalente diésel, “y eso no hay manera de cambiarlo con las tecnologías actuales”, explican. De la misma manera, destacan que un coche de gasolina siempre consume más que uno de gasóleo similar.

Sin embargo, otras fuentes del sector admiten también que las partículas en suspensión que emiten los diésel son en buena parte responsables de la famosa ‘boina’ de contaminación que se forma sobre las ciudades tras una temporada sin lluvias.

Y esas partículas, que contienen sustancias cancerígenas, caen a la superficie cuando se producen finalmente las precipitaciones.

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