BBVA echa la bronca a Carmena por aplazar la Operacion Chamartín con fines electorales

Le acusan de haber paralizado el proyecto por miedo a ser acusada de “pelotazo urbanístico” en vísperas de las elecciones

Alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena.
Alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena.

La Operación Chamartín no verá la luz en esta legislatura. Una decisión que no ha sido bien encajada en BBVA, principal accionista de Distrito Castellana Norte, la promotora del proyecto. El cabreo del banco ha sido trasladado a Manuela Carmena. Le reprochan que los “juegos políticos” hayan dejado a la entidad como la principal damnificada.

Aunque era una prioridad para Carmena, y a pesar de que el lunes la Comunidad de Madrid había remitido el informe de evaluación ambiental que faltaba para que el Ayuntamiento pudiera elevar a Pleno y aprobar este plan urbanístico que lleva 25 años bloqueado, la alcaldesa acaba de confirmar que no saldrá adelante esta legislatura.

Según ha podido saber Confidencial Digital por fuentes próximas a la entidad, la decisión del Ayuntamiento de Madrid ha puesto en pie de guerra a los directivos de BBVA encargados del proyecto.

Consideran que ambas administraciones (Ayuntamiento y Comunidad) han vuelto a “hacerse la puñeta con fines partidistas”, dejando a BBVA como la principal víctima de los “juegos políticos”.

El informe que ha retrasado los plazos

Los plazos del Gobierno regional y el Consistorio han discurrido por caminos opuestos por “motivos más bien políticos que técnicos”, se quejan a ECD algunos de los promotores del proyecto.

La Comunidad ha dejado la pelota en el tejado de Manuela Carmena a una semana de las elecciones. Toda una “bomba de relojería” que la alcaldesa ha querido desactivar cuanto antes.

Sólo un mes después de asegurar que la aprobación del proyecto era inviable por falta de tiempo, la Comunidad de Madrid ha cambiado radicalmente su discurso y, en vísperas de las elecciones, ha enviado al Ayuntamiento el informe de evaluación medioambiental que faltaba para desbloquear el proyecto.

Sin tiempo para explicar bien el proyecto

En cambio, según las fuentes consultadas por ECD, los planes de Manuela Carmena (y también de Íñigo Errejón) eran otros. Habían visto la oportunidad de convertir la Operación Chamartín en una “potente baza electoral” para explotar en el cartel de las elecciones autonómicas y municipales.

Pero con el tiempo suficiente para aplacar las críticas que iba a desatar la aprobación del proyecto desde los sectores más radicales de la izquierda madrileña.

 

Uno de los mensajes era insistir en que la izquierda también sabe crear empleo y “no sólo espantar a los inversores”. El proyecto prevé la generación de 200.000 puestos de trabajo y los primeros edificios estarán construidos dentro de cuatro o cinco años.

Se pretendía destacar también que un 20% de las viviendas del plan serán de protección oficial, algo más de 2.000. La mayoría, casi 8.000 se localizarán al norte de la M-30, mientras que otras 2.600 estarán al sur, en el entorno del distrito de negocios.

Otros de los mensajes que se lanzarían es que lo prioritario de la operación será la nueva estación de Chamartín, resolver el gravísimo problema de movilidad que se plantea en el nudo norte de la capital y la importancia de las zonas verdes.

En la Estación de Chamartín se plantea la creación de una gran plaza de acceso por su lado oeste, que se configurará sobre una plataforma de grandes dimensiones que permitirá el tráfico rodado y peatonal y cubrirá una estación de autobuses complementaria a la actual de Plaza de Castilla, que junto con el Metro y la propia estación, conformarán el mayor nudo de comunicaciones de España.

Eludir las acusaciones de “pelotazo” en campaña

Sin embargo, Carmena ha tenido en cuenta ahora que la aprobación de la Operación Chamartín, en vísperas de las municipales, era dar una clara baza electoral a Podemos contra ella y Errejón. No hay tiempo para explicar bien el proyecto y las acusaciones de “pelotazo urbanístico” iban a ser inmediatas.

Por ello, aseguran a ECD fuentes municipales, la alcaldesa se ha mostrado “inflexible” ante las presiones de BBVA para que el Pleno diera el visto al plan urbanístico.

Hay que recordar que se ha llegado a acusar a Carmena, desde algunos ámbitos de Podemos, de apoyar una “operación financiera claramente especulativa”, de ser “cómplice de un pelotazo urbanístico, y hasta de una “vuelta a los macroproyectos de Gallardón”.

Si gobierna el PSOE, el proyecto se va a 2023

Es la segunda vez que la Operación Chamartín está a punto de aprobarse in extremis pero en el último momento vuelve al cajón.

En la misma situación que Carmena se encontró en su día la ex alcaldesa del PP Ana Botella, pero tampoco se atrevió a dar el paso. Así, la aprobación definitiva queda ahora en manos de los futuros gobiernos de la Comunidad y del Ayuntamiento de Madrid.

Según las fuentes consultadas por ECD, el escenario que se abre a partir de entonces inquieta enormemente a los promotores del proyecto.

El peligro que se corre es que el Gobierno que surja de las elecciones de este domingo tenga la tentación de repetir lo visto en las últimas legislaturas y opte por volver a empezar a hacer su propia Operación Chamartín, con retoques al proyecto que retrasen de nuevo los plazos.

Se tiene en cuenta que, con los precedentes creados, el peor escenario -y que no se descarta en absoluto en DCN- es que la aprobación definitiva quede aplazada hasta dentro de tres años, cuando estaba previsto que las obras en la zona comenzarán a principios de 2020.

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