Bruselas va a hacer la vista gorda con España por enviar los Presupuestos de 2021 con unos ingresos ficticios
Nadia Calviño ha convencido a la Comisión Europea con el argumento de que si obliga a concretar ajustes y subidas de impuestos dificultará la negociación para aprobar las cuentas públicas
El Gobierno ha enviado el plan presupuestario a Bruselas sin un programa de ajuste pese al fuerte incremento del gasto. La vicepresidenta económica, Nadia Calviño, ha conseguido que la Comisión Europa acepte que España no concrete ajustes ni subidas de impuestos que faciliten las negociaciones para la aprobación de los Presupuestos.
Pese a ello, desde Bruselas sí han llegado este jueves los primeros mensajes directos contra la reforma del Consejo General del Poder Judicial que ha planteado el Ejecutivo de coalición de PSOE y Podemos.
Se trata de avisos, genéricos en su mayoría, pero con una misma idea: hay que “reducir la influencia del poder legislativo o Ejecutivo sobre el judicial” y es importante, antes de cualquier reforma, consultar con todos los actores relevantes.
Calviño ha convencido a la UE
En cambio, según ha podido saber Confidencial Digital por fuentes de la cúpula económica del Gobierno, Bruselas ha aceptado que el Ejecutivo de Pedro Sánchez no concrete el programa de ajuste ni la subida de impuestos antes de las negociaciones con los grupos parlamentarios para los Presupuestos.
Confirman que ha sido la propia vicepresidenta económica, Nadia Calviño, quien ha convencido a la Comisión Europea con el argumento de que si obligaba a retratarse a Pedro Sánchez podía obstaculizar la aprobación de las cuentas públicas en España.
Se tiene en cuenta que una fuerte subida de impuestos cerraría automáticamente las puertas a un apoyo de Ciudadanos.
Además, todavía quedan por cerrar cuestiones en el acuerdo entre PSOE y Podemos, como las relacionadas con la fiscalidad.
Hacienda también tiene en cuenta las medidas que negocien entre PSOE y Podemos pero que no se especifican y el impulso del plan antifraude. Promete alcanzar un nivel total de ingresos récord. Pero el plan enviado a Bruselas no cuenta con un desarrollo concreto sobre la orientación de la política fiscal.
No se concreta ningún detalle sobre las medidas fiscales que piensa acometer el Gobierno para hacer frente al incremento del gasto público asociado al pago de los ERTE, para ayudar a los autónomos, a las autonomías o a los ayuntamientos.
Solo se alude a las ya previstas tasas Google y Tobin, el impuesto verde y la subida del IVA a las bebidas azucaradas. No se menciona nada sobre el IVA para la sanidad, los incrementos en el IRPF a las rentas altas y otros impuestos que se anunciarán en los Presupuestos, pero cuyo impacto está ya teóricamente recogido en el documento remitido este jueves a la Comisión Europea.
Margen para jugar a dos bandas
Por el momento, Pedro Sánchez ha tratado de pasar de puntillas por las subidas de impuestos dentro de su estrategia de “jugar a dos bandas” con Podemos y Ciudadanos para no cerrarse apoyos a los Presupuestos.
De cara a la negociación presupuestaria, los partidos que facilitaron la investidura de Sánchez seguirán siendo socios prioritarios, aun tratando de no cerrar por ello la puerta a Cs, a pesar de los vetos cruzados.
La aritmética parlamentaria y la vocación progresista del programa de coalición han llevado al Gobierno a decidirse por apostar la gobernabilidad de esta legislatura en el bloque de la investidura.
El vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, ya pactó con Pedro Sánchez que Podemos estaría en la mesa de negociaciones de los Presupuestos con otros grupos y que los apoyos comenzarían a buscarse entre aquellos que facilitaron la investidura con su voto a favor o con su abstención.
