Javier Fumero

Con Cataluña me pasa como con los adolescentes

Parlamento de Cataluña
Parlamento de Cataluña

Con Cataluña me pasa como con la educación de los adolescentes. Seguro que se lo han planteado alguna vez: ¿cómo castigar la rebeldía? ¿cómo ser mesurado en la punición? ¿cómo sancionar sin pasarse de la raya y perder toda capacidad de regeneración?

Porque a mi modo de ver ese debe ser uno de los objetivos del castigo. No sólo dejar claro quién manda aquí sino también utilizar las leyes para educar, para dirigir al orden (constitucional, en este caso) a los despistados. Que esas reprimendas sirvan para la vida cotidiana.

Pedro Sánchez defiende la aplicación del 155 con un Gobierno en funciones y anuncia que buscará el apoyo de la oposición. Explica que no le va a temblar el pulso, que el Gobierno “ha estudiado” cómo aplicar en las próximas semanas este artículo y que requerirán a la Mesa del Parlament por las resoluciones de la semana pasada.

Estamos en pre-campaña electoral. Nadie quiere quedar como un tibio, ni como un blandito. Hay mucho en juego el 10-N.

Quizás por eso Pablo Casado ha pedido al Gobierno que intervenga ya las cuentas de la Generalitat. Pero el presidente del PP cree que el Gobierno debería reservarse, como ha dicho algún periodista, la ‘bala de plata’ constitucional del 155 para al final, como último recurso.

Antes hay todavía margen para el coscorrón pedagógico: se podría activa la ley de Seguridad Nacional para coordinar a los Mossos y cerrar el CNI catalán; se podría activar la Ley General Penitenciaria, para evitar los homenajes a los políticos presos (o que los dejen en la calle, como se ha insinuado); la Ley de Acción Exterior, para cerrar el derrochador Diplocat; y la Ley Audiovisual, para evitar tanta “propaganda” institucional.

Además, está la Ley de Estabilidad Financiera que faculta al Ejecutivo a intervenir, de facto, las cuentas públicas de Cataluña. De este modo se evitaría que “no se malversen fondos” en favor de la secesión, como se ha hecho en el pasado.

Suspender la autonomía catalana es algo muy grave. Pero hay correctivos más mesurados que se podrían aplicar.

Más en twitter: @javierfumero

 
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