El CIS defiende su libertad de preguntar lo que quiera

José Félix Tezanos, presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).
José Félix Tezanos, presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).

El Centro de Investigaciones Sociológicas encadena polémicas en los últimos dos años y medio, desde que lo preside José Félix Tezanos. El hecho de que Tezanos fuera el sociólogo de cabecera del PSOE y miembro de su ejecutiva federal hace que cada encuesta y barómetro se mire con lupa y surjan las voces críticas.

Una de las más agrias polémicas se centró en el barómetro especial que “el CIS de Tezanos”, como ya se le moteja, publicó en abril de 2020, en pleno estado de alarma y durante el más duro confinamiento domiciliario de la población por la epidemia de coronavirus.

En un contexto en el que algunos denunciaban que el Gobierno PSOE-Podemos estaba restringiendo en exceso las libertades públicas, el barómetro preguntó: “¿Cree usted que en estos momentos habría que prohibir la difusión de bulos e informaciones engañosas y poco fundamentadas por las redes y los medios de comunicación social, remitiendo toda la información sobre la pandemia a fuentes oficiales, o cree que hay que mantener libertad total para la difusión de noticias e informaciones?”.

La pregunta dio pie a duras acusaciones: el CIS aprovechaba el barómetro para lanzar un globo sonda y testar el apoyo de los españoles a medidas que restringieran la libertad de información, en el punto más crítico de la epidemia del Covid-19.

Laura Borràs, candidata de Junts a la presidencia de la Generalitat de Cataluña, pidió explicaciones al Gobierno de Pedro Sánchez sobre estas polémicas, cuando era aún diputada en el Congreso. Preguntó al Ejecutivo “bajo qué criterios” había incluido el CIS la pregunta sobre la posibilidad de limitar la libertad de información, u otra cuestión sobre qué atención sanitaria debe prestar el Estado a enfermos en situación límite.

“¿Cómo intenta el CIS, de manera concreta, velar por la ética en la formulación de preguntas y respuestas en sus barómetros y estudios?”, “¿Obedece de alguna manera la inclusión de dichas preguntas a alguna posibilidad real que el gobierno haya contemplado, de limitar dichos derechos? Si es así, ¿Cómo justifica el gobierno que se contemplen estas posibilidades?”, preguntó Borràs.

La respuesta del Gobierno justifica por completo al CIS, pero lo hace poniendo en valor, precisamente, la libertad del organismo para preguntar. Asegura que las cuestiones que incluye en sus encuestas respetan el Código Deontológico de la Federación Española de Sociología y del Colegio de Licenciados en Ciencias Políticas y Sociología.

Pero además argumenta que se trataba de “averiguar qué piensa la opinión pública sobre diferentes temas, en unas circunstancias tan graves como las de la pandemia del Covid-19”. Por ello, “las preguntas que formula el CIS resultan pertinentes”.

El Ejecutivo continúa señalando que no hay razones para que el Centro de Investigaciones Sociológicas “se autocensure —o sea censurado— sobre lo que puede o no puede preguntar en sus encuestas, ni sobre lo que pueden o no pensar libremente los ciudadanos españoles, incluso ante cuestiones que pueden plantear dilemas morales y/o sociales”.

 

Es más, añade, no se pueden censurar preguntas “ni aunque se trate de asuntos u opiniones que pudieran estar en contradicción con los supuestos fundamentales del pensamiento democrático”, ya que son asuntos que se abordan con frecuencia en encuestas del CIS y de otros muchos organismos e instituciones internacionales, y la inclusión de determinadas preguntas forma parte de la metodología propia de los estudios demoscópicos que tienen fines estadísticos.

Esta defensa de la independencia del CIS termina señalando que el trabajo del organismo se realiza de acuerdo a criterios de objetividad y transparencia, y “en ningún momento el CIS se posiciona ante las diferentes opciones que se formulan en determinadas preguntas, ni en ningún momento el Gobierno interviene en la elaboración de los cuestionarios del CIS”.

Por cierto, Laura Borràs también puso en duda que la afinidad con el PSOE permitiera a Tezanos ejercer correctamente como presidente del CIS. La respuesta del Gobierno fue abrumar a la diputada con el extenso currículum de Tezanos: 177 investigaciones empíricas, autor o editor de 82 libros y de más de 150 monografías científicas, reconocido desde 1965 por Le Monde... La respuesta no ahorra datos para tratar de convencer a la diputada de que la trayectoria de Tezanos acredita “sobradamente” su competencia para presidir el Centro de Investigaciones Sociológicas.

Video del día

6 de cada 10 de los que van en bici o en
patinete en ciudad no llevan casco
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato