A los compañeros bolivianos de Podemos sí les gustan los reyes
Las revelaciones en prensa y los movimientos judiciales en torno a Juan Carlos I por su patrimonio económico ha provocado que en Podemos se alcen voces cada vez más altas contra la monarquía.
La situación de socio de Gobierno del PSOE reprime en parte a Pablo Iglesias que evita las declaraciones contundentes. Pero otros dirigentes del partido morado (Pablo Echenique, Gloria Elizo, Juan Carlos Monedero) se pronuncian de forma más directa.
Los ataques van dirigidos tanto a las posibles conductas ilegales de las que acusan al rey Juan Carlos y a Felipe VI, y en definitiva cuestionan la propia legitimidad de la monarquía como forma política del Estado, por su carácter hereditario y no electivo.
Sin embargo, hay quien en estos días recuerda que uno de los sistemas políticos que más admiraban en su tiempo algunos de los fundadores de Podemos no es incompatible con la monarquía. Así lo indican desde la Unión Monárquica de España a El Chivato, haciendo referencia a Bolivia.
Aunque siempre se señala la Venezuela de Hugo Chávez como fuente de inspiración para Iglesias, Monedero... también Evo Morales y el triunfo en Bolivia del Movimiento al Socialismo (MAS) eran un ejemplo para los impulsores del partido. Íñigo Errejón dedicó su tesis, con la que se doctoró en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense de Madrid, al partido de Morales.
Pues bien: desde hace años el Estado Plurinacional de Bolivia reconoce a un rey. No es rey de Bolivia, sino “rey de los afrobolivianos”, una de las comunidades que vive en Bolivia, en este caso descendientes de los esclavos africanos, del Congo concretamente, llevados a este país de América del Sur.
Ya con Evo Morales como presidente, el prefecto (presidente regional) del Departamento de La Paz presidió en 2007 una ceremonia de coronación de Julio Pinedo como rey de los afrobolivianos. El prefecto le impuso una corona y le entregó un cetro a Pinedo, que fue así reconocido como descendiente de su abuelo Benito Pinedo, quien ya hace décadas recibía gozaba de ciertos tratamientos y privilegios como rey de los descendientes de esclavos africanos en Bolivia.
La ceremonia de coronación incluyó un desfile en torno a la sede del gobierno y el parlamento del Departamento de La Paz para solemnizar ese momento.
Más tarde, en 2013 los senadores del Movimiento al Socialismo (sobre el que realizó su tesis Errejón) también concedieron un reconocimiento “por su compromiso e invaluable aporte en la preservación de la cultura, identidad e historia del pueblo afroboliviano” al rey, al que se referían como “Julio Pinedo I”.
La constitución boliviana aprobada en 2009 reconoce al pueblo afroboliviano sobre el que reina Julio Pinedo I “los derechos económicos, sociales, políticos y culturales reconocidos en la Constitución para las naciones y pueblos indígenas originarios campesinos”.
